Sangrado nasal durante el embarazo: qué hacer y qué no hacer para detener el sangrado
El sangrado nasal no tiene por qué ser motivo de preocupación pero se debe tratar
Causas de la hemorragia nasal y cuáles son los mejores remedios
¿Por qué sangramos cuando nos sonamos la nariz?
El sangrado nasal durante el embarazo es un fenómeno común que muchas mujeres experimentan, aunque puede ser preocupante. A medida que el cuerpo pasa por múltiples cambios hormonales, el aumento del flujo sanguíneo y la expansión de los vasos capilares en las fosas nasales pueden hacer que las hemorragias nasales sean más frecuentes. Además, factores como el aire seco o el esfuerzo físico también pueden agravar esta condición. Es natural que las futuras madres se pregunten si estos sangrados son motivo de alarma y qué medidas pueden tomar para detener el sangrado de manera segura sin afectar su bienestar ni el de su bebé.
En general, el sangrado nasal en el embarazo no suele ser peligroso. Sin embargo, resulta fundamental saber cómo actuar cuando ocurre. Dado que el sistema inmunológico se encuentra más sensible durante esta etapa, cualquier pequeño malestar puede desencadenar preocupación. Las embarazadas deben ser conscientes de las acciones que pueden ayudar a frenar el sangrado rápidamente, así como de aquellas que deben evitar para no empeorar la situación. Aunque en la mayoría de los casos el sangrado es leve, existen formas sencillas y seguras de gestionarlo y prevenir futuros episodios. A continuación os damos las claves sobre qué hacer y qué no hacer cuando se experimenta un sangrado nasal durante el embarazo. Con consejos prácticos y fáciles de seguir, se abordan desde las causas detrás de este síntoma hasta los mejores métodos para detener el sangrado sin comprometer la salud de la madre o el bebé.
¿Por qué ocurre el sangrado nasal durante el embarazo?
El embarazo genera un aumento en los niveles hormonales, en particular de progesterona y estrógenos, lo que tiene un impacto en la circulación sanguínea. Los vasos sanguíneos, incluidos los de las fosas nasales, se vuelven más delicados y propensos a romperse con mayor facilidad. Esto es, en parte, debido al incremento del volumen sanguíneo, necesario para mantener tanto al feto como a la madre en óptimas condiciones. Este aumento de flujo puede ejercer presión sobre los vasos más pequeños, como los que se encuentran en la nariz, provocando hemorragias espontáneas.
Además, factores externos como el aire seco, especialmente en climas fríos o durante el uso constante de calefacción, pueden resecar las membranas nasales, haciéndolas más propensas a agrietarse y sangrar. Las alergias, infecciones respiratorias y los resfriados también pueden aumentar la inflamación y sensibilidad de la zona, incrementando la probabilidad de un sangrado nasal.
Es importante mencionar que, aunque el sangrado nasal sea común, en casos raros puede estar relacionado con problemas de presión arterial elevada. Por lo tanto, si el sangrado es persistente o viene acompañado de otros síntomas como mareos, dolores de cabeza intensos o visión borrosa, es esencial consultar con un médico de inmediato.
Qué hacer para detener el sangrado nasal
Cuando ocurre un sangrado nasal, lo primero es mantener la calma y seguir algunos pasos básicos que pueden ayudar a detener la hemorragia rápidamente como los que ahora enumeramos:
- Inclinarse hacia adelante: aunque muchas personas tienden a inclinarse hacia atrás cuando tienen una hemorragia nasal, es importante hacerlo hacia adelante para evitar tragar sangre, lo cual podría causar náuseas o malestar estomacal. Esta posición también permite que la sangre salga de la nariz y no se acumule en la garganta.
- Aplicar presión en las fosas nasales: utiliza los dedos índice y pulgar para pinzar suavemente las fosas nasales, cerrándolas durante unos 10 minutos. Mantén una presión firme, pero sin excederte para no dañar más los capilares. Este es un método eficaz para detener el flujo sanguíneo, ya que facilita la coagulación natural de la sangre.
- Usar compresas frías: colocar una compresa fría o una bolsa de hielo envuelta en un paño sobre el puente de la nariz puede ayudar a reducir el flujo sanguíneo y calmar la inflamación. Esto no solo ayuda a detener la hemorragia, sino que también alivia cualquier molestia o sensación de hinchazón en la zona nasal.
- Mantener la cabeza erguida: es recomendable evitar acostarse o bajar la cabeza mientras el sangrado persiste. Mantenerse en una posición vertical ayuda a reducir la presión en los vasos sanguíneos de la nariz, lo que facilita el proceso de coagulación.
Qué no hacer para detener el sangrado nasal
Aunque detener un sangrado nasal puede parecer sencillo, es importante evitar ciertas acciones que podrían empeorar la situación o prolongar la hemorragia. Entre dichas acciones tenemos:
- No inclinarse hacia atrás: como se mencionó antes, inclinarse hacia atrás puede hacer que la sangre fluya hacia la garganta, lo que no solo es incómodo, sino que también puede llevar a tragarse una cantidad considerable de sangre. Esto puede causar náuseas y, en algunos casos, vómitos.
- No sonarse la nariz de inmediato: aunque la tentación de sonarse la nariz es fuerte, especialmente si sientes que está obstruida, hacerlo justo después de un sangrado puede interrumpir el proceso de coagulación. Es mejor esperar al menos 30 minutos antes de limpiarse la nariz suavemente para evitar volver a abrir los vasos sanguíneos.
- No usar remedios caseros sin consultar a un médico: durante el embarazo, es crucial ser cautelosa con los tratamientos caseros o medicamentos que no hayan sido indicados por un profesional de la salud. Algunos remedios para detener el sangrado, como el uso de ciertas hierbas o aceites esenciales, pueden no ser seguros para el feto o la madre.
Prevención del sangrado nasal en el embarazo
Además de saber cómo actuar cuando ocurre una hemorragia nasal, es útil seguir algunas pautas para prevenir futuros episodios. Mantener las fosas nasales hidratadas es una de las formas más efectivas de prevenir el sangrado nasal, especialmente en ambientes secos. El uso de un humidificador en casa o en el lugar de trabajo puede ser beneficioso para mantener el aire húmedo y evitar la sequedad nasal.
Además, es recomendable aplicar un poco de vaselina o un spray nasal salino en las fosas nasales para mantener la piel interna hidratada. También es importante evitar ambientes con humo o polvos, que podrían irritar las vías respiratorias y desencadenar el sangrado.
Lo último en Bebés
-
Parque infantil: tips y consejos para elegir el mejor espacio seguro y funcional
-
Brócoli para el bebé: beneficios y cómo introducirlo en su dieta
-
Spas durante el embarazo: qué puedes hacer y qué evitar
-
Piel seca durante el embarazo: ¿por qué ocurre y cómo tratarla?
-
5 consejos para reducir el impacto de la edad en la fertilidad
Últimas noticias
-
Habrá impuesto a la banca y a las socimis: Podemos cede y votará la reforma fiscal de Sánchez
-
Aldama revela que pagó una comisión de 15.000 € a Cerdán, nº 3 del PSOE, y que Torres le pidió 50.000
-
El PSOE noqueado por Aldama: anuncia acciones legales contra el comisionista
-
Detenido en Granada un nuevo sospechoso de colaborar en el atentado contra Vidal-Quadras
-
Vox pide la imputación de Sánchez después de las confesiones de Aldama ante el juez