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¿A qué edad empezar a leer libros a los niños?

Leerles a los niños es un proceso largo, agradable, atractivo e importante . Sí, porque los beneficios de leerles a los niños están probados y son fundamentales Pero, ¿A qué edad empezar a leer libros a los niños?.

Empezar a leer libros a los niños

Algunos padres pueden pensar: «¡Pero todavía es demasiado joven!». Pero lo cierto es que no, nunca se es demasiado joven. De hecho, podemos empezar a leerle a nuestros bebés tan pronto como están en el vientre de su madre. En este caso, es un ejercicio muy útil para conectar de inmediato, con la voz de la madre (o la del padre) que se convierte en un sonido mimoso para el niño, que luego reconocerá una vez en el mundo. Si seguimos leyéndoles en voz alta incluso en los primeros meses, será un consuelo muy agradable para los niños, que reconocerán el tono y el canto de esa lectura en voz alta que ya percibían en la seguridad del útero.

Cuándo atienden más

En cualquier caso, a partir de los seis meses comprobarás que los niños serán más reactivos hacia los libros . En un principio, seguramente se interesarán mucho más por los que son libros táctiles a nivel táctil y por eso es importante elegir libros de tapa dura o de tela , o en todo caso hechos a propósito para no destrozarse con la saliva y los golpes (es normal que el bebé los lance de vez en cuand). Por otro lado, comenzarán a interesarse también a nivel auditivo: depende de nosotros leerlo varias veces, cada vez que cojamos el libro, el cuento o la canción infantil que contiene.

La atención puede caer inmediatamente, pero no es un problema, sino un proceso, ya que la concentración es una habilidad que los niños adquieren con el tiempo. Por ello será bueno insistir en leerles todos los días. Puede que haya días que ni te escuchen pero si lo conviertes en una rutina se aficionarán a los libros y además, comprobarás como haciéndolo antes de acostarlos, se duermen más rápidamente.

No olvidemos además que en estos primeros meses de vida, también podemos explotar el interés del niño por nosotros. En este caso, durante la lectura será bueno hacer voces, expresiones y gestos curiosos, que atraigan al niño y su atención, acompañando también las palabras con gestos o símbolos (para entrenar también el lenguaje).

De los 6 a las 12 meses 

Poco a poco, y en función del interés y del grado de crecimiento del niño, podremos pasar a libros más clásicos y menos “táctiles” . Cuando el niño empieza a decir las primeras palabras, por ejemplo, podemos utilizar libros con dibujos y algunas palabras para leer, repetir y memorizar, asociando sonidos a imágenes.

A partir de los 2 años

Después, a partir de los 2-3 años , los niños nos escucharán las historias contenidas en los libros , desde las más sencillas hasta las cada vez más complejas, haciéndonos releerlas innumerables veces y aprendiéndolas casi de memoria.

Lo importante, en todo esto, es seguir siempre el interés del niño, no imponerle libros que no le interesen sino seguir su curiosidad. Y una buena práctica es rodearle siempre de libros , en el dormitorio, en el cuarto de juegos, en el salón… Igual que si fueran juguetes. Porque inicialmente los niños los ven como todos los demás objetos. Y dejar que los estudien, los toquen y jueguen con ellos es un muy buen método para lograr que desarrollen su propia relación personal con este maravilloso objeto que luego podrá hacerles compañía toda la vida.