Pruebas médicas comunes al bebé prematuro

Cuando se habla de un bebé prematuro, se entiende que es un niño que ha nacido a las 36 semanas de gestación o incluso antes. Lo normal son 40 semanas de gestación aproximadamente, es decir unos 9 meses. No obstante, se habla de semanas porque a última hora, en lo que es la recta final del embarazo, una semana puede marcar la diferencia debido a la rápida maduración del pequeño.

Debemos tener en cuenta que cada semana que se adelanta el nacimiento del bebé, es una semana menos que ha tenido para madurar. De ahí que, al nacer, sea necesario someterle a una serie de pruebas médicas para poder comprobar su estado y seguir en todo momento su crecimiento y desarrollo. En concreto, estas son las pruebas médicas más comunes que los médicos le harán al niño prematuro en pro de su bienestar, de su salud y de su evolución:

Análisis de sangre

El análisis de sangre es la principal prueba que se le va a hacer al bebé. No obstante, no hay que pasar por alto que también irá acompañado de uno de orina e incluso de otro del líquido cefalorraquídeo. Estos análisis son los que más información van a ofrecer a los médicos, puesto que de los mismos van a obtener datos tanto sobre el funcionamiento de órganos, como el hígado y el riñón, como de la oxigenación de la sangre, la cantidad de glóbulos rojos y blancos…Todo eso sin olvidar tampoco que, gracias a esos, de la misma manera se logra información referente a posibles infecciones o gérmenes que pueda sufrir el niño. De esta forma, con esos datos en la mano, los doctores tomarán las medidas oportunas y seleccionarán el tratamiento más adecuado en cada caso.

Radiografía del tórax

La radiografía de tórax es otra de las pruebas más comunes que también se le realizan a los bebés prematuros. ¿Por qué? Porque la dificultad respiratoria es uno de los principales problemas que suele tener un niño de ese tipo, debido a la inmadurez que presentan sus órganos en ese momento. De ahí que esté considerada claramente como una de las pruebas imprescindibles y fundamentales dentro del área de Neonatología, a la hora de poder conocer el estado real de salud del pequeño.

Ecografías

Por regla general, todos conocemos como pruebas médicas habituales del bebé prematuro las anteriormente citadas. No obstante, no podemos olvidarnos que existen otras igualmente importantes para conocer el estado real del pequeño:

• La ecografía cerebral. Se trata de un método no invasivo y simple, que tiene como claro objetivo evaluar tanto las posibles malformaciones que pueda tener en la cabeza como las presumibles hemorragias que pudiera sufrir.

• La ecografía del corazón también es muy importante. Y es que que aporta datos imprescindibles para el control del niño, ya que muestra, entre otras muchas cosas, si su corazón se contrae con suficiente fuerza, por ejemplo.