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Las 5 necesidades emocionales principales del niño

Todos los niños tienen necesidades emocionales desde el mismo momento en el que nacen, pero muchas veces somo nosotros mismos los que evitamos que se desarrollen pensando que si por ejemplo lo atendemos cuando lloran, acabaremos acostumbrándolo a nuestros brazos cuando en realidad lo que estamos haciendo es confundir un hábito con una necesidad. Por ello es importante saber bien qué necesidades emocionales tiene el bebé o el niño.

Las 5 necesidades emocionales principales del niño

Cuando nos convertimos en padres, es fácil que acabemos pensando que  una solicitud de atención significa crear un precedente, malcriar tanto a un niño que se vuelve caprichoso. Sin embargo, se desconoce la diferencia entre capricho y necesidad.

¿Cuáles y cuáles son las necesidades emocionales primarias? Los padres y madres, especialmente siendo primerizos, no saben que existen las necesidades emocionales indispensables de un niño. Sin embargo, debéis saber que se desarrollan desde el nacimiento y dependen de las relaciones que se establezcan entre el recién nacido y los padres. De ello habla el psicólogo estadounidense J. Young , quien   clasifica las necesidades emocionales del niño en cinco categorías diferentes:

  1. La necesidad de un apego seguro , calidez humana, ocurrencia y aceptación incondicional.
  2. Necesidad de autonomía y competencia
  3. Necesidad de espontaneidad y juego.
  4. Necesidad de  límites realistas
  5. Necesidad de libertad de autoexpresión

Según el propio Young si los padres no garantizan a su hijo todas estas necesidades emocionales primarias, se crea una frustración en el pequeño que se desarrollará con el tiempo hasta el punto de marcarle como adulto. Aunque estamos hablando de necesidades que son universales, toman una forma propia basada en el temperamento y el carácter del niño, de modo que debemos intentar que las tenga pero adaptadas a cómo sea nuestro hijo

Por lo tanto, depende de los padres aprender a escuchar y leer las necesidades de su hijo, a distinguir la necesidad de un abrazo o un mimo del simple capricho de que mamá o papá se queden más tiempo. Por eso es importante que los padres aprendan a seguir sus instintos y a leer el corazón. Con la ayuda de su hijo, sabrá cómo satisfacer mejor sus solicitudes.

Algo que dicho así puede sonar casi a magia, pero que se desarrolla como parte del instinto materno o paterno. De este modo, teniendo una relación estrecha con el niño sabremos si esas necesidades emocionales se van cubriendo y si nuestro hijo crece sano en lo que respecta a la gestión de las emociones.