Bebés

Nace el bebé de una mujer que llevaba cuatro meses en muerte cerebral

La Naturaleza y el avance de la ciencia consiguen sorprendernos en más de una ocasión. Así, si hace unas semanas nos quedamos realmente con la boca abierta al descubrir varios casos de bebés que habían nacido después de que sus madres murieran, hoy estamos perplejos ante la información que se ha hecho pública: ha venido al mundo el recién nacido de una mujer que llevaba cuatro meses en estado de muerte cerebral.

¿Dónde ha sucedido?

El país vecino de Portugal es el escenario en el que se ha producido tan singular nacimiento. Más en concreto aún en el Hospital San José de la capital lusa, de Lisboa.

Los protagonistas

Las figuras principales de la noticia son la madre, S. de 37 años de edad que falleció hace 55 días, y su recién nacido, un niño que ha pesado 2,3 kilogramos y que ha venido al mundo en la semana 32 del periodo de gestación.

Los hechos

Hace unos meses fue cuando comenzaron los hechos que ahora han desembocado en esta noticia que es tan triste como feliz, al mismo tiempo. La madre descubrió que se encontraba en estado, una noticia que la llenó de alegría pues iba a tener su segundo hijo y el primero con su actual pareja. Sin embargo, pronto esa ilusión se esfumó, ya que le fue diagnosticado un cáncer.

A pesar de todo, tenía claro que quería seguir adelante con el embarazo y así lo hizo, pero el destino le tenía reservado un desenlace que ni siquiera imaginaba. Sucedió que fue víctima de una hemorragia intracraneal y la misma derivó en que, el pasado día 20 de febrero, se la declarara muerta cerebralmente.

Una situación que hirió de profundo dolor tanto a su chico como al resto de la familia, pero que no impidió que decidieran cumplir la última voluntad de la fallecida, quien antes de morir dejó claro que deseaba que el bebé pudiera nacer y que ponía toda la confianza en los doctores.

El proceso

Teniendo en cuenta el deseo de la madre y de sus familiares y que el embarazo había transcurrido sin problemas para el feto, el Comité de Ética y del Hospital San José de Lisboa decidieron seguir adelante con la gestación. En concreto, acordaron que utilizarían a la madre ya fallecida como “incubadora viva” para el bebé, de cara a que este pudiera desarrollarse adecuadamente y que lo harían así hasta la semana 32.

Y así lo hicieron. Se nombró a un consejo médico específico que se encargó del caso y comenzaron a poner en marcha todas las medidas y acciones que eran necesarias para que se cumpliera el último deseo de la mujer y para que la familia pudiera disfrutar del nacimiento del pequeño:

El feliz desenlace

Estos días se cumplía la acordada semana 32 de gestación y eso hizo que los médicos que habían llevado el caso durante un total de 55 días supieran que había llegado el momento de acometer el nacimiento del bebé. Un pequeño que vino al mundo el pasado día 7 de junio, mediante una cesárea, y que lo hizo provocando que los doctores y enfermeros del citado hospital lisboeta no pudieran evitar las lágrimas, pues venía a culminar un caso muy complicado en el que todos habían puesto su empeño y su coraje.

Al respecto, y a través de una rueda de prensa que han dado ante los medios de comunicación de dentro y fuera de Portugal, los responsables de todo el proceso han dejado claro cuál es la situación actual: