Bebés

Italia obliga a los padres a vacunar a sus hijos

De un tiempo para acá especialmente las vacunas se han convertido en foco de debate y polémica. Y todo porque están quienes defienden las mismas a ultranza y también, en otro lado, los que las rechazan de manera abierta por los efectos secundarios que consideran que pueden provocar. Un enfrentamiento que se reaviva cuando surgen casos en los que ciertas enfermedades vuelven a repuntar porque los niños afectados no han sido vacunados. Precisamente algo de este tipo es lo que ha llevado a que en Italia se obligue a los padres a vacunar a sus hijos.

Sí, como lo has leído. A continuación, todos los datos que te merece la pena conocer al respecto.

Actual epidemia de sarampión

En Italia se encuentran ahora viviendo una epidemia de sarampión, ya que en lo que va de año 2017 son ya unos 2.395 las personas que se han visto afectadas por la citada enfermedad. Un número muy elevado si se tiene en cuenta que en el año anterior fueron 844 los individuos que sufrieron la misma.

No obstante, si ese dato es relevante, es mucho más notable que el 90 % de los ciudadanos que en estos meses han enfermado no están vacunados contra esa patología.

De ahí que el gobierno de Paolo Gentiloni haya decidido actuar al respecto.

Medida del gobierno: obligar a los padres a vacunar a sus hijos

En pro de evitar que la citada epidemia se convierta en una verdadera emergencia sanitaria, el ejecutivo del país ha tomado la alternativa de tomar medidas. En concreto, ha procedido a aprobar una ley que ha venido a establecer la obligación de los padres de vacunar a sus hijos. Una medida que va a entrar en vigor a partir del próximo mes de septiembre, cuando se produzca la vuelta al cole.

¿Qué supone esa medida?

El cambio introducido desde el gobierno va a traer consigo una serie de consecuencias notables tales como estos:

El eterno debate de las vacunas

Como hemos mencionado al principio de este artículo, es mucha la polémica existente en torno a la vacunación. Lo es por las posiciones enfrentadas de los padres que las defienden y los que las rechazan, pero también por el hecho de que no existe un único calendario al respecto o porque hay determinadas vacunas que no son gratuitas sino que cuentan con un elevado precio, que las familias deben abonar por su cuenta.

Todo eso es lo que propicia que sean muchas las quejas al respecto: