Llega a España el ‘dry begging’: la nueva tendencia que está rompiendo muchas parejas, según los psicólogos

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Llega a España el 'dry begging': la nueva tendencia que está rompiendo muchas parejas, según los psicólogos

Las relaciones de parejas necesitan mantenerse activas y dinámicas a partir de una comunicación clara. Esto es fundamental para evitar el impacto que produce el dry begging como una serie de patrones emocionales de carácter pasivo y agresivo que daña la sensibilidad y subjetividad de las personas. Según la psicología, es una forma de manipulación emocional en donde una persona busca conseguir afecto, atención, apoyo económico o ayuda sin expresarlo de forma directa.

La forma de manifestarlo es a través de expresiones indirectas o insinuaciones que tienen como objetivo generar culpa o compasión por parte de la pareja. El fenómeno adoptó mayor repercusión y visibilidad con el incremento de las redes sociales y el hábito de publicar los vínculos de pareja y emociones en sitios webs. En ocasiones, el dry begging esconde vulnerabilidad y busca generar una respuesta específica del otro. En este sentido, no hay un pedido específico acerca del deseo, la necesidad o el interés, si no que la persona se queja de forma disimulada al exponer comentarios ambiguos o victimizarse de manera estratégica para generar una acción en su pareja que surja por iniciativa propia. Es un comportamiento que puede tensionar la confianza en la relación y provocar sentimientos de desgaste emocional en la persona que constantemente se siente obligada a «adivinar» lo que el otro quiere.

El dry begging: una forma de manipulación pasiva

Existen múltiples formas de manifestación para el dry begging. Un ejemplo es la afirmación de una persona: “Ojalá alguien me ayudara con esto” en vez de realizar un pedido explícito o indagar si alguien puede ayudar.

En una pareja suelen afirmarse comentarios como “debe estar bien cuando a uno lo sorprenden con algo especial”. Si bien pueden parecer inocentes, si se repiten con frecuencia y sin comunicación directa, reflejan una necesidad encubierta de atención o afecto.

El Colegio Oficial de Psicología de Madrid establece que este tipo de comportamientos se asocian con dinámicas emocionales inmaduras que pueden derivar en una dependencia afectiva insana. «El problema no es tener necesidades sino cómo se expresan. Las personas que recurren al dry begging suelen temer el rechazo, el conflicto o sentirse vulnerables».

Además, afirman que eligen un camino indirecto en el que esperan que el otro «entienda» sin que haya una conversación honesta y directa. «Este tipo de comunicación, lejos de fortalecer el vínculo, genera tensiones y malentendidos, ya que la pareja se enfrenta a mensajes ambiguos que muchas veces resultan agotadores de interpretar», sostienen.

¿Por qué es importante pedir ayuda en las relaciones de pareja?

La expresión emocional clara y directa es un pilar de las relaciones saludables. Según la Asociación Española de Terapia Gestalt, expresar nuestras necesidades con honestidad fortalece la conexión afectiva, ya que implica un nivel de apertura y confianza fundamentales.

Los expertos de la asociación aseguran que el problema del dry begging es que se basa en la expectativa de que el otro actúe sin haber sido realmente informado o consultado. “El uso de expresiones indirectas pone a la pareja en una situación incómoda, en la que cualquier respuesta puede interpretarse como insuficiente o poco empática”, dicen.

Se trata de una dinámica que genera frustración en ambos miembros de la pareja porque uno ve incumplidas sus expectativas y otro siente la presión de responder sin entender exactamente qué se espera.

¿Cuáles son las posibles causas del dry begging?

Una de las raíces del dry begging es la inseguridad, el miedo al abandono o la baja autoestima. En este sentido, puede originarse en experiencias pasadas donde la persona aprendió que expresar sus deseos o emociones de forma directa era castigado o ignorado.

«Se genera un patrón de comunicación evasiva donde se intenta conseguir afecto o validación sin asumir el riesgo de ser vulnerable», explican profesionales de la Asociación Española de Terapia Gestalt.

Según expertos de la Universidad de Cambridge, este tipo de patrones son comunes en personas que han crecido en entornos donde no se les enseñó a expresar sus emociones de forma clara. «En su vida adulta, trasladan ese miedo a la pareja, esperando que sus necesidades sean atendidas sin la incomodidad del conflicto», mencionan.

¿Cómo afrontar el dry begging en pareja?

El primer paso para que las parejas logren hacerle frente a ello es reconocerlo. Al identificarlo, la persona puede preguntarse por qué le cuesta tanto expresar las necesidades de forma directa.

Una herramienta para atender el dry begging es trabajar en la comunicación asertiva y la inteligencia emocional. También es necesario potenciar los momentos y espacios de diálogos de manera sincera, empática y solidaria.

El Instituto Europeo de Psicología Positiva asegura que la clave está en fomentar un entorno donde ambos se sientan seguros de hablar sin miedo a ser juzgados. «La transparencia y la escucha activa son herramientas esenciales para construir relaciones más sanas y equitativas».

 

 

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