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Alimentación infantil

¿Cuándo introducir la carne en el destete?

Es uno de los alimentos más importantes en la dieta de su bebé porque es una fuente principal de proteínas y hierro. Pero también tiene muchas otras virtudes.

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¿Cuándo introducir la carne en el destete? Esta es una de las preguntas que más escuchan los pediatras de los padres y madres cuando empiezan a destetar a su bebé, alrededor del sexto mes de vida. Tras las primeras papillas a base de cereales como la harina de arroz o el maíz y la tapioca, la carne es, de hecho, el primer alimento que entra a formar parte de la dieta del bebé, primero en forma de homogeneizada (más digerible)  y luego como producto fresco, al vapor y debidamente triturado y mezclado con la comida del bebé.

¿Cuándo introducir la carne en el destete?

Al fin y al cabo, la carne es un concentrado de sustancias muy importantes para el crecimiento del niño, a partir del hierro, un mineral del que la leche no es particularmente rica y que en cambio sirve al organismo para realizar una multiplicidad de funciones. Pero antes de desvelar cuándo se puede dar en la fase de destete, veamos cuáles son las sustancias que aporta la carne y por qué son tan importantes para un desarrollo saludable del niño.

¿Qué tipo de proteínas están presentes en la carne?

Hablamos de la importancia de la carne en la dieta del niño gracias a su aporte proteico. Que, en este caso, son de alto valor biológico y se definen como completos, precisamente porque son ricos en todos los aminoácidos esenciales (unidades básicas de las proteínas), que el organismo no puede producir por sí mismo y por tanto debe absorber a través de la alimentación. La definición «completa» sirve precisamente para distinguir las proteínas de la carne (como todas las de origen animal presentes en el pescado, los huevos, el queso) de las incompletas presentes en los cereales y las legumbres. Además, las proteínas de la carne son ricas en aminoácidos de cadena ramificada (rápidamente metabolizados), arginina, un aminoácido que estimula la hormona del crecimiento, y factores que favorecen la absorción de hierro (péptidos que contienen cisteína).

Eso sí, ¡sin exagerar! Porque una ingesta excesiva de proteínas puede ser perjudicial y predisponer al niño al riesgo de sufrir sobrepeso y obesidad en el futuro.

¿Por qué dar hierro a los bebés?

El hierro es un mineral muy importante para el organismo porque realiza numerosas funciones vitales. Por ello, a partir del destete, se debe garantizar al bebé la cantidad adecuada de hierro, precisamente para evitar que su organismo se enfrente a una serie de problemas relacionados con su deficiencia, empezando por la anemia (un trastorno de la sangre). De hecho, el hierro es un componente esencial de la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos, que transporta oxígeno a los tejidos y contribuye a la formación de glóbulos rojos (glóbulos rojos). Pero no solo eso: el hierro también se utiliza para “fabricar” mioglobina, una proteína que almacena oxígeno en los músculos y para la actividad de diversas enzimas, algunas involucradas en las reacciones que producen energía. Estimula el sistema inmunológico (el sistema de defensa natural del cuerpo) ayudándolo a combatir infecciones.

La importancia de incluir la carne en la dieta del bebé viene dada por el hecho de que el hierro de origen animal es más fácilmente asimilable (biodisponible) que el vegetal, contenido en algunas verduras y legumbres.

¿Por qué comer carne?

Pero la carne no solo contiene hierro y proteínas. Entre los minerales, cabe destacar la presencia de zinc que, además de favorecer el crecimiento, ayuda a contrarrestar el efecto de los radicales libres (sustancias responsables de los procesos de envejecimiento en la base de muchas enfermedades), a la vez que estimula el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Por último, la carne contiene las vitaminas del grupo B, imprescindibles porque intervienen en el metabolismo celular, es decir, ayudan a transformar lo que comemos en alimento y energía. Garantizan el funcionamiento regular del sistema nervioso, el hígado y el fortalecimiento de las defensas inmunitarias. En la carne hay una importante vitamina B12 con fuertes propiedades antianémicas.

¿Qué carne dar a los bebés?

A modo indicativo, se sugiere empezar por el cordero, pero en realidad el destete del niño ha dejado esa rigidez que lo caracterizaba hasta hace unos años y que indicaba una secuencia concreta (cordero, conejo, pavo, ternera, ternera, buey y pollo)  para la introducción de alimentos. La razón principal de esta afirmación se basó en el potencial alergénico, es decir, el riesgo de que cada componente pudiera desencadenar una reacción alérgica. Hoy este enfoque ha sido ampliamente superado, mientras que se mantiene la sugerencia de proceder gradualmente, dejando siempre dos o tres días entre un nuevo alimento y otro, pero sin limitaciones particulares y dando más espacio a las preferencias del niño.

Entre blanca y roja, ¿qué carne elegir para los niños?

Desde un punto de vista nutricional (es decir, para las calorías y el tipo de aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas), no existe una diferencia significativa entre los dos tipos de carne . El diferente color que adquiere la carne tras el sacrificio depende de la presencia de mioglobina , el pigmento sanguíneo que lleva el oxígeno a los músculos: está presente en mayor cantidad en las carnes rojas que en las blancas.

La carne roja incluye carne de res, caballo y oveja de animales adultos ; Por su parte, las carnes blancas incluyen aves, conejo, cordero joven (cabrito y cordero), ternera y cerdo .

En un momento se prefirió iniciar el destete con carnes blancas, consideradas de menor riesgo de alergia y más digeribles. Pero hoy en día, incluso en este caso, se deja más libertad de elección a los padres y al gusto del niño.

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