Cómo crear ( y amueblar) una sala de juegos para los niños

Decorar la habitación de los niños es algo que siempre requiere de cierto criterio a la hora de aprovechar el espacio y que consigamos una estancia que sea adecuada para que los niños jueguen, pero en el caso de que tengamos la posibilidad de crear una habitación de juegos para los niños siempre será una buena idea, aunque debemos seguir una serie de pautas para conseguir que ese cuarto se convierta en el favorito de los niños.

Cómo crear ( y amueblar) una sala de juegos para los niños

Colores, materiales, formas: todos estos son elementos que contribuyen a crear un ambiente ‘amigable con los niños’, donde los más pequeños pueden finalmente relajarse y sentirse a gusto, pero sobre todo jugar, aprender y socializar en absoluta tranquilidad, sin correr ningún peligro.

No es de extrañar que el término apropiado para definir un área dedicada a los niños sea ‘Ludoteca’, que significa ‘Sala de juegos’ (del latín ludus, juego + caso). Y es precisamente de este concepto que debemos partir, a la hora de elegir las estructuras y el mobiliario más adecuados para una zona infantil: desde atracciones o reclamos clásicos, como toboganes y columpios, hasta juegos hinchables o como no, una piscina de bolas.

A continuación, te presentamos 5 consejos que deberás tener en cuenta para amueblar una sala de juegos u otro espacio para los niños de manera inteligente y funcional, creando un lugar seguro, hecho especialmente para sus necesidades.

1. La importancia del color

En el ámbito del mobiliario, los colores son importantes pero, cuando hay que amueblar un espacio para los niños, juegan un papel muy importante. Brillantes y luminosos, transforman incluso los entornos más simples en un lugar divertido y cautivador, capaz de estimular su imaginación. Es por eso que los muebles y estructuras de una sala de juegos siempre deben ser muy coloridos: rojo, amarillo, naranja, azul, rosa.

2. La elección de los materiales

Incluso los materiales son fundamentales, si quieres proteger mejor la seguridad de los pequeños invitados. La madera, el plástico y el caucho son quizás los más recomendables, ya que son resistentes y, al mismo tiempo, amortiguan los golpes. Comprueba también que las pinturas utilizadas no sean tóxicas y que los muebles no tengan componentes pequeños, que podrían ser ingeridos por niños de pocos años.

3. Hinchables para cada necesidad

Si quieres ahorrar dinero y, al mismo tiempo, ofrecer a los niños un lugar de absoluta relajación y divertido, una buena solución es apostar por juegos hinchables, fabricados con materiales resistentes y con un diseño irresistible. Toboganes, casas, colchonetas: las estructuras hinchables, tanto para espacios interiores como exteriores, son realmente muchas, para todos los gustos y para cada necesidad, y te garantizarán un resultado fantástico.

4. Ergonomía: adaptada a los niños

El mobiliario de una sala de juegos (pero también de escuelas, gimnasios y entornos dedicados a niños y niñas) debe apuntar siempre a la máxima comodidad y ergonomía. ¿Qué significa eso? En primer lugar, no a cantos puntiagudos, formas cuadradas y todos los elementos que, en caso de colisión o caída, pudieran constituir un peligro para la seguridad. Sí, en cambio, a un diseño redondeado y una tapicería suave.

5. No solo juegos

Al diseñar los muebles para una sala de juegos, el error más común es pensar solo en juegos. En realidad, para que el ambiente sea acogedor y funcional, también es necesario incluir otro mobiliario útil, por no decir indispensable, como un pequeño perchero para guardar chaquetas, una mesa para que los niño merienden, un estante con libros para que de vez en cuando se distraigan también con la lectura y también un puff o hamacas para que los niños descansen cuando les apetezca.