Sólo una casa está protegida en la privilegiada primera línea del barrio del Molinar
ARCA exige al Ayuntamiento que amplíe el número de inmuebles catalogados para favorecer su conservación
La entidad reclama una normativa para nuevos inmuebles que preserve las características de la zona


Sólo una casa tradicional está protegida en la privilegiada primera línea del barrio marítimo del Molinar de Palma donde durante los últimos años, la presión para la transformación de sus sencillos inmuebles característicos de este antiguo barrio pesquero ha sido enorme, provocando una pérdida de identidad.
Como denuncia la entidad de referencia en materia de defensa del patrimonio histórico ARCA, «los sucesivos planes urbanísticos no han sabido preservar la esencia del barrio».
De hecho, este martes en la reunión del Consejo de Gerencia se ha otorgado licencia de demolición al propietario de una vivienda de primera línea ubicada en la calle Vicario Joaquim Fuster.
En la pasada reunión de la consultiva Comisión de Centro Histórico, el único voto en contra de su derribo fue el de ARCA que hoy denunciaba que «el Molinar sigue perdiendo su personalidad».
El problema, como subraya la entidad en un comunicado, no es únicamente perder un edificio original, sino que la nueva construcción no está obligada a cumplir más parámetros que limitar la altura a planta y piso.
«Sin embargo está obligada a eliminar la esquina creando un chaflán, lo que vulgariza el espacio, y además, perderá el porche delantero por encontrarse a dominio público». Por ello, el colectivo alerta de que poco a poco caminamos sin parar hacia «un Molinar elitista que va perdiendo su esencia».
«De nada han servido las reuniones de ARCA con los distintos equipos de gobierno para adoptar medidas sencillas de nueva construcción, que al menos, protegieran algunas características que conserven la personalidad del paisaje del barrio».
Finalmente lamentan que la distancia entre el sentir de la gente y el urbanismo de los barrios singulares es cada vez mayor «y las pérdidas continuarán pasando por carencia de criterio respetuoso con el paisaje urbano».
Ante este panorama el colectivo ha exigido al equipo de gobierno que introduzca en el próximo, y aún no aprobado, Plan de Ordenación urbanístico Detallado (POD) las modificaciones necesarias para ampliar el catálogo de inmuebles protegidos del Molinar e implantar unas normas de nueva construcción que preserven las características de la zona, evitando especialmente los chaflanes y las aberturas excesivas a fachada entre muchas otras exigencias.
Desde ARCA siempre se ha apostado por la aprobación de una normativa de estética y de tipología que garantice «la despersonalización galopante» que sufre el Molinar por la sustitución de edificaciones tradicionales por otras de nueva planta.
En el caso de esta barriada situada en primera línea la asociación proteccionista también considera necesario que se limite la concesión de licencias para la apertura de bares y restaurantes, dado que el Molinar es uno de los barrios más solicitados para la apertura de locales de ocio y restauración.
Por ello, durante estos años, y en sucesivos comunicados sobre el particular, la entidad ha instado a un gobierno municipal tras otro, a garantizar que la mayoría de los bajos de las viviendas se mantengan el uso residencial, con el fin de evitar la excesiva concentración de bares porque en barrios o zonas como Santa Catalina o Es Jonquet, ha perjudicado el equilibrio que debe existir entre el uso residencial y el de ocio.
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