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La ruina comercial y el desierto peatonal que deja el ex alcalde socialista de Palma en calle Velázquez

Cuatro años después de su peatonalización esta céntrica calzada ha desaparecido del tejido comercial

El nuevo gobierno municipal del PP reconoce que "está en un proceso de degradación de difícil solución"

Afedeco se reúne con el Ayuntamiento de Palma para abordar los problemas del comercio en la ciudad

La Asociación de Comerciantes de Calle Unión de Palma denuncia el abandono que sufre la zona

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La ruina comercial y el desierto peatonal que deja el ex alcalde socialista de Palma José Hila en la calle Velázquez, en pleno centro histórico de la capital balear, no tiene parangón y es un claro ejemplo de los efectos negativos y perniciosos que para el tejido comercial de una ciudad puede provocar una peatonalización mal diseñada y peor ejecutada.

Cuatro años después de la reurbanización de este espacio y de la prohibición del tráfico rodado, la que antes era una de las calles punteras de la dinamización de la capital balear, ha desaparecido del mapa comercial de Palma, al igual que sus fantasmales galerías, donde no hay nadie que transite y sólo un bar a pie de calle queda abierto.

El 95% de los locales de calle Velázquez tienen la persiana echada, la mayoría de ellos sin cartel de Se alquila y menos aún de Se vende, porque sus propietarios saben que no hay quien ponga un euro para abrir un negocio condenado a la ruina.

Con las grandes superficies del perímetro exterior de la capital balear hasta la bandera de residentes y turistas, con una amplia oferta comercial y facilidades de acceso y estacionamiento, por la calle Velázquez no pasa un alma, ya sea de día, tarde o noche, pese a su ubicación privilegiada frente al popular Mercado del Olivar, en el entorno de la comercial calle Sindicato, Sant Miquel y la Porta de Sant Antoni.

El director general de Economía y Comercio del Ayuntamiento de Palma y ex presidente de Pimeco, Toni Fuster, no esconde este dramático panorama. «Es una lástima que una zona tan céntrica esté en esta situación. La calle Velázquez ha sufrido muchísimo, porque había previsiones de peatonalización, pero primero pusieron unas barreras, hicieron una reforma que no fue bien y comercialmente la han hundido. No se hizo una actuación rápida y cuando tienes una calle cerrada al tráfico y la gente no sabe si está o no en obras, deja de acudir y se borra de la memoria comercial de la ciudad».

«Al final ha quedado bien peatonalizada», precisa Fuster, «pero hay que recuperarla, porque está en un proceso de degradación de difícil solución».

Calle Blanquerna

Y es que a diferencia de la también polémica peatonalización de la calle Blanquerna ejecutada por el anterior gobierno municipal, donde hubo un paulatino cambio de negocios y hoy es un referente de la restauración con decenas de negocios gastronómicos, bares y terrazas, el cierre al tráfico de calle Velázquez desembocó en la desaparición de todos los negocios de la zona que no han sido sustituidos por otros.

«No ha habido alternativa porque así como en Blanquera hubo una actuación rápida y decidida con un proyecto claro, en Velázquez no fue así y ha desembocado en lo que es hoy: está borrada de la memoria comercial de la gente, que no tiene como punto de referencia esta calle. Hay que hacer algo en esa zona».

Entre las propuestas de Toni Fuster figura la realización de «una campaña de dinamización y de imagen nueva de la zona e intentar apoyar en este terreno. Las obras están hechas, pero si pudiéramos hacer algo más lo haríamos, porque hay que decirle a la gente que hay que poder volver a Velázquez», concluye Fuster.