Ona, olfato de campeona: su primer día de trabajo en la Policía Local de Alcúdia y acaba cazando droga
La agente canino localizó una pastilla de hachís escondida en uno de los bolsillos del conductor

En Alcúdia hay nuevos compañeros de patrulla y tienen cuatro patas, mucho olfato y ganas de aprender. La Policía Local del municipio ha estrenado recientemente su nueva unidad canina, formada por Ona y Tro, dos jóvenes agentes que ya empiezan a dejar huella —literal y figuradamente— en las calles del pueblo.
Aunque todavía están en periodo de prácticas, el talento de estos agentes caninos no ha pasado desapercibido. De hecho, Ona, en su primer servicio oficial, ya ha demostrado que está más que preparada para la acción.
Todo ocurrió durante un control de tráfico rutinario junto a una de las patrullas de servicio. Un motorista que circulaba en scooter sin iluminación reglamentaria fue detenido por los agentes para una comprobación de rutina. Lo que parecía una simple infracción de tráfico terminó convirtiéndose en una inesperada intervención antidroga.
Con la tranquilidad de quien sabe hacer su trabajo —aunque esté aprendiendo—Ona comenzó a olfatear al detenido y en cuestión de segundos su reacción alertó a los agentes. El resultado: una pastilla de hachís escondida en uno de los bolsillos del conductor.
El hallazgo activó el protocolo establecido y el individuo fue sancionado conforme a la normativa vigente. Desde la Policía Local recuerdan que portar o consumir drogas en espacios públicos conlleva una multa de 601 euros, además de las posibles consecuencias legales derivadas.
Más allá del resultado, el momento fue especialmente emotivo para los miembros de la unidad, que celebraron este primer éxito de Ona como una señal clara de que la creación de la Unidad Canina ha sido un gran acierto. Su trabajo, junto al de Tro (trueno), será clave en tareas de prevención, control y apoyo en operativos policiales del municipio.
Desde la Policía Local de Alcúdia quieren poner en valor no solo el trabajo de estos nuevos agentes caninos, sino también el compromiso de los vecinos que cumplen las normas y colaboran para mantener un entorno seguro y respetuoso.
Porque a partir de ahora, en Alcúdia, además de sirenas… también hay ladridos al servicio de la ley. Nunca llueve a gusto de todos. Los jóvenes consumidores de sustancias estupefacientes del municipio no han acogido con buenos ojos estas nuevas incorporaciones de agentes caninos.