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Nuevo disparate de los independentistas de Mallorca: no quieren que las empresas puedan comprar viviendas

Tras duplicar su precio en los ocho años que llevan gobernando, dicen que no quieren "gente sin casa, ni casa sin gente"

La desfachatez de los independentistas de Mallorca: no quieren más extranjeros ni turistas pero sí su voto

Baleares se reafirma como la comunidad con el precio de la vivienda más caro

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Nuevo disparate de los independentistas de Mallorca, que no quieren que las empresas puedan ser titulares de viviendas. Así lo han exigido hoy desde Més per Mallorca que, a su vez, quiere prohibir a los extranjeros de Baleares ser también propietarios de pisos.

Se trata de una nueva ocurrencia sin base jurídica alguna, justificada por el coordinador general de esta formación, Lluís Apesteguia, en que «las viviendas tienen que ser para vivir y no para especular, que es el principal objetivo de los fondos buitre cuando adquieren una propiedad», ha indicado en rueda de prensa. El también candidato a la presidencia del Govern ha estado acompañado de la número dos de la candidatura al Parlament, Maria Ramón, durante la presentación de las propuestas en materia de vivienda incluidas en su programa electoral para la legislatura 2023-2027.

«La cuestión de la vivienda es una de las principales preocupaciones de Més y uno de los problemas que comparte la sociedad», ha insistido Apesteguia, cuya formación lleva gobernando en Baleares en coalición con los socialistas ocho años, en los que ha disparado y duplicado el precio de la vivienda, expulsando del mercado de compraventa inmobiliaria al grueso de la población residente de Baleares.

Pero no acaba ahí la cosa, sino que el coordinador independentista y alcalde también de la localidad de Deià ha avanzado que trabajará para prohibir la venta de nuevas viviendas de protección oficial (VPO), porque su finalidad «es un servicio y no un bien para especular», y ha vuelto a defender la prohibición de la compra de viviendas por parte de no residentes o que las comunidades autónomas tengan capacidad para limitar los precios del alquiler.

Por su parte, Maria Ramón, alcaldesa en su caso de la localidad de Esporles, ha lamentado el «gran problema de vivienda» que sufren las Islas , debido al «elevado precio de venta y de alquiler», pero sin hacer autocrítica alguna de las medidas adoptadas por el Ejecutivo balear presidido por la socialista Francina Armengol, del que su partido forma parte.

De hecho, Ramon ha recordado que 2022 cerró con un aumento del 10,5% del precio de la vivienda y que los mallorquines deben destinar 16,4 años de su sueldo para comprar una casa, «cuando, por ejemplo, en La Rioja, se destinan 4,6». Curiosamente, es en Baleares donde Més gobierna y no en la comunidad autónoma vitivinícola por excelencia.

Otra de las propuestas de Més sobre el particular es la reconversión de establecimientos turísticos obsoletos en VPO, medida ya en vigor y que hasta la fecha no ha suscitado interés alguno por parte del sector turístico, y que los impuestos de compraventa de viviendas sean por tramos para que las de lujo tributen más, como si no fuese ya así.

Y para culminar la comparecencia, el eslogan de campaña de Més sobre el particular, que lo dice todo del calado de las iniciativas de esta formación:
«No queremos casas sin gente, ni gente sin casas».