Las personas más felices del mundo tienen este hábito en común: es sencillo pero no todo el mundo lo logra

Estudios de universidades internacionales confirman a esta conducta como un factor clave del equilibrio emocional

Personas más felices

Personas sonriendo en el trabajo

Durante siglos, la idea de felicidad estuvo ligada a la virtud, la plenitud o la realización personal. En la actualidad, las personas más felices son observadas y estudiadas para entender qué hábitos sustentan ese bienestar que parece tan esquivo en las sociedades modernas. Los avances de la psicología y la neurociencia muestran que esta búsqueda tiene menos que ver con las emociones pasajeras y más con estructuras de vida que dan estabilidad al ánimo.

Arthur Brooks, profesor de Harvard y experto en ciencia de la felicidad, sostiene que conocer los fundamentos adecuados permite alcanzar un equilibrio duradero. Según Brooks, las personas más felices no se caracterizan por evitar las emociones negativas, sino por integrar tanto las experiencias agradables como las difíciles en un sentido vital más amplio. Lo que las distingue, en definitiva, es la manera en que dotan de significado a sus actividades diarias.

¿Cuál es el hábito que comparten las personas más felices del mundo?

El trabajo ocupa una parte significativa de la vida y define rutinas, identidades y vínculos. Por eso, no sorprende que los estudios más amplios sobre felicidad apunten a la satisfacción laboral como un pilar determinante.

Una investigación internacional basada en datos de más de 160.000 personas halló una relación directa entre disfrutar del trabajo y sentirse satisfecho con la vida. Aunque este efecto disminuye con el tiempo, marca una diferencia clara en la percepción de bienestar general.

Otro análisis publicado en PMC demostró que el factor “disfrutar lo que hago” multiplica por seis las probabilidades de sentirse feliz durante la jornada laboral. Esta correlación sugiere que el agrado por las tareas diarias, la valoración por parte de compañeros y el reconocimiento del propio esfuerzo contribuyen de manera profunda a la felicidad.

En definitiva, las personas más felices tienden a encontrar sentido en aquello que hacen, no solo a recibir una remuneración.

El sentido del trabajo como fuente de propósito

La psicología positiva subraya que la felicidad sostenida no depende del placer inmediato, sino del sentido que se otorga a la experiencia. Y es que, por lo general, quienes experimentan emociones como gratitud o entusiasmo con frecuencia tienden a ser más resilientes y creativos. Ese tipo de bienestar (ligado al propósito y no solo a la emoción) es el que define a las personas más felices.

Brooks lo resume así: “Se toman en serio su trabajo y obtienen significado de él. Viene de sentir que se están ganando su éxito, creando valor y sirviendo a otras personas”. Este enfoque coincide con la evidencia empírica: cuando una persona siente que su trabajo contribuye a algo mayor que ella misma, se incrementa su sensación de logro y pertenencia. No se trata solo de productividad, sino de encontrar coherencia entre valores, acciones y resultados.

El vínculo entre un trabajo feliz y una vida plena

La relación entre satisfacción laboral y felicidad global es bidireccional. Un estudio de la Georgia Tech School of Psychology determinó que quienes disfrutan de su trabajo tienen un 32% más de probabilidades de sentirse satisfechos con su vida. Sin embargo, el efecto inverso (que una vida plena garantice satisfacción laboral) resulta más débil y se atenúa con el tiempo.

Esto indica que un trabajo significativo puede mejorar la vida, pero no basta por sí solo. La salud, la familia y las relaciones sociales completan el equilibrio. Las personas más felices logran armonizar estos factores, distribuyendo su energía entre lo profesional y lo personal. Su bienestar no depende de una única fuente, sino de un entramado de experiencias coherentes entre sí.

Las consecuencias del bienestar laboral también se reflejan en el rendimiento. Investigadores de la University of Oxford constataron que los empleados más felices son un 13% más productivos. Otro estudio publicado en PMC añadió que quienes disfrutan de su empleo muestran menor intención de cambiar de trabajo, lo que refuerza la estabilidad y la implicación en sus funciones.

En el ámbito empresarial, crear entornos donde las personas puedan encontrar sentido en lo que hacen no solo beneficia al individuo, sino también a la organización. La felicidad en el trabajo se traduce en menor rotación, más creatividad y un clima laboral más saludable.

¿Qué factores influyen en que el trabajo haga a las personas más felices?

Los estudios coinciden en varios elementos que distinguen a las personas más felices en su entorno profesional:

Por ejemplo, una investigación del sector privado europeo mostró que reducir las horas de trabajo aumenta la satisfacción vital gracias a una mejora en la salud general.

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