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La mitad del parque móvil de la Policía Local de Palma en la estacada por la dejadez en su mantenimiento

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Coches aparcados mes y medio porque falta un embrague y hace falta un decreto para arreglarlo; motos que no arrancan porque no hay presupuesto para comprar una bujía; policías haciendo de mecánicos sin tener reconocida esta categoría laboral en la Policía Local y una flota de aproximadamente en torno a 230 vehículos, entre coches, motos, furgones y bicicletas, más de la mitad de los cuales está, día sí día también inoperativa, por un simple problema de gestión de los recursos humanos y materiales del cuartel de San Fernando.

Y ello pese a haber adquirido el Ayuntamiento de Palma en los más de tres años de legislatura 100 nuevos vehículos, todo un indicativo del desaguisado existente. En concreto, se han incorporado 101 vehículos, y se está trabajando para la próxima adquisición de 35 más. Es decir, un total de 136 para una inversión millonaria de de 3,8 millones de euros.

Los problemas de mantenimiento no son nuevos, pero la dejadez de la Jefatura de la Policía Local y de la dirección política del cuartel de San Fernando empezando por la concejala socialista de Seguridad Ciudadana, Joana María Adrover, ha incrementado la problemática que afecta al parque móvil policial.

En primer lugar, porque no existe una única contrata responsable del mantenimiento del mismo dado que la dirección policial opta por dividir en lotes su adjudicación a diferentes concesionarios.

De forma sistemática se fraccionan las compras de vehículos, al igual que su mantenimiento, y no se opta por convocar un único concurso con partidas económicas mayores, lo que podría facilitar la entrada de fabricantes del resto de Europa, con mayor capacidad de respuesta, tal y como hace el Gobierno central al adquirir coches para el Cuerpo Nacional de Policía o de la Guardia Civil.

La dirección política del cuartel cuando adquiere motos o coches no tiene tampoco en cuenta la opinión de los agentes y decide, unilateral y automáticamente, las características que tienen que tener los vehículos, sin tener en cuenta que los policías, por ejemplo, llevan chalecos antibalas, y que muchas veces, no caben en las cabinas de coches adquiridos. En otros casos, los vehículos son muy bajos, y poco operativos a la hora de entrar y salir en situaciones de emergencia.

Los sindicatos llevan reclamando toda la legislatura a la edil Adrover, sin éxito, una solución a una situación que provoca que haya días en los que muchos agentes se ven obligados a patrullar a pie por falta de vehículos disponibles.

Pero también hay situaciones sangrantes, como lo sucedido con seis de los coches patrulla adquiridos en propiedad por el Ayuntamiento de Palma hace poco más de dos años, y que están averiados día si día no.

Un defecto de fabricación que afecta a la correa de transmisión de estos vehículos en cuya adquisición el gobierno municipal presidido por el alcalde socialista, José Hila, invirtió más de 330.000 euros, y que desde el primer día han dado problemas, sin que Adrover ni el jefe de la Policía Local, José Luís Carque, denunciaran lo sucedido a la fábrica para la subsanación de estos defectos.

Pero no fue así en su momento, y ahora, una vez pasado el plazo de garantía de dos años, se ha tenido que habilitar una partida adicional para su arreglo de más de 1.000 euros por unidad. Difícilmente estos vehículos, podrán llegar a tener la vida útil media del resto de la flota, de entre cinco y seis años. Por si fuese poco, Adrover ha tenido que prorrogar el anterior contrato de mantenimiento de los vehículos policiales porque el concurso con los nuevos pliegos que salieron a licitación el pasado mes de septiembre, a fecha de hoy, no se ha resuelto, y no se conoce nada al respecto. Y ello pese a que iba a dar solución a las continuas averías de la flota actual.

Otro ejemplo más de la falta de previsión y gestión de la actual dirección del cuartel donde nadie se explica que, a pesar de renovar más de la mitad del parque móvil, Adrover no haya sido capaz de disminuir el porcentaje de vehículos averiados.