Mallorca-Alavés: una final por la permanencia
El Mallorca está obligado a ganar para dejar al Alavés a siete puntos de distancia
Es el último match ball para los vitorianos, que si pierden habrán certificado el descenso virtual
El 0-1 del Cádiz en el Camp Nou ha dinamitado la zona baja de la clasificación
Jaume Mut, segundo entrenador vitoriano, conoce perfectamente al Mallorca
Pito Soto Grado, el árbitro de la lesión de Galarreta en el Benito Villamarín
Aguirre: "Sabemos que debemos hacernos fuertes en casa"
Mallorca y Alavés disputan hoy una verdadera final por la permanencia (19.00 horas Son Moix), con tres puntos en juego absolutamente vitales para ambos. Un triunfo local deja a los vitorianos a siete puntos de distancia más el golaverage, lo que a falta de 15 por disputarse les convertiría virtualmente en equipo de Segunda División. Sin embargo, si suman los tres puntos en Palma se quedarán a sólo uno de la permanencia y, por supuesto, tanto Granada como Cádiz y Levante lo que firman es el empate, que hace perder a mallorquines y alaveses dos puntos muy importantes. De todos modos, la zona baja de la clasificación ya ha quedado dinamitada por la victoria del Cádiz en el Camp Nou.
El Alavés llega como el peor visitante de Primera División, con sólo seis puntos lejos de su estadio, los mismos que el Rayo pero con un partido más. Sólo ha ganado fuera de casa en el Nuevo Mirandilla de Cádiz aunque, eso sí, ha arrancado dos sorprendentes empates en el Camp Nou y el Sánchez Pizjuán, precisamente los dos próximos campos en los que jugará el Mallorca.
Sin embargo los babazorros disponen de una peculiar arma secreta de cara al partido de esta tarde, la presencia en el banquillo como ayudante de Julio Velázquez del felanitxer Jaume Mut, que a sus 58 años vive su primera experiencia profesional en los banquillos y cuyo conocimiento del Mallorca es extensísimo. Mut ha informado con toda seguridad a Julio Velázquez de los puntos débiles y fuertes del equipo que entrena Javier Aguirre.
El mexicano insinuó ayer que podría haber un cambio de sistema cuando dijo que «vamos a dar un paso hacia adelante porque necesitamos ganar». Eso puede interpretarse como una vuelta al 4-4-2 tras tres partidos jugando con tres centrales, pero habrá que esperar a ver la alineación para confirmar si se atreve a ejecutar la modificación o si mantiene el mismo esquema que ha repetido en los encuentros en los que ha estado sentado en el banquillo.
El Mallorca arrastra las bajas de Jaume Costa y de Amath, que se lesionaron en Elche, mientras que Raíllo, con una torcedura de tobillo, deberá jugar infiltrado. Por lo demás el entrenador adelantó ayer que Kubo sería titular por primera vez desde que él dirige al Mallorca, por lo que el japonés dispondrá de una buena oportunidad para demostrar un talento que está temporada ha exhibido sólo a cuentagotas.
Se espera una gran entrada en Son Moix, pese al horario intempestivo, en un partido que pitará Soto Grado, el árbitro de la lesión de Galarreta en el Betis-Mallorca, aunque en realidad el responsable fue Estrada Fernández, que al cargo del VAR no supo ver la gravedad de la jugada, que quedó totalmente impune, y que supuso el adiós a la temporada -y a gran parte del año- para el centrocampista vasco.
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