Juan, pequeño empresario de Mallorca: «Las ayudas son mentira, con la declaración hay que devolverlas»
Juan es el propietario del restaurante Ca Nostra, ubicado en la plaza central de la localidad mallorquina de Artà. Como miles de pequeños empresarios de Baleares, sobrelleva como puede una buena temporada turística después de dos años de pandemia y con un horizonte tenebroso con una inflación de dos dígitos y los precios de los combustibles y la cesta de la compra disparados.
Como afirma este empresario, «la subida de precios es una cadena que hace daño a todos, a empresarios y trabajadores». Pero no sólo eso. Juan es tajante respecto a la falta de apoyo y ayudas del Govern balear a los pequeños empresarios para poder salir a flote ante esta desesperante situación. «Las ayudas son una mentira, haces la declaración de la renta y tienes que devolverlas, es algo muy injusto para todos», remarca.
Ante esta inflación generalizada que se vive en Baleares en plena temporada turística (9,7% en el mes de junio), Juan reconoce que no le queda más remedio que retocar al alza los precios, porque no sólo sube el coste de todo, sino que además los impuestos le van a la par.
«Hay que subirlo todo por desgracia para poder sobrevivir, porque están los impuestos, los módulos que tienes que pagar por ocupación de mesa, por todo».
Sobre el incremento de precios de determinados productos, este restaurador subraya que «la subida del aceite es algo exagerado, habrá que recortar porque no se puede mantener, al igual que la carne y eso perjudica mucho a los restaurantes y a la pequeña empresa». De hecho, el aumento de precios en Baleares obedece, básicamente, al encarecimiento de los carburantes y los alimentos frescos.
Baste indicar que el precio de la electricidad subió en junio un 33,4% y, sin tener en cuenta las últimas variaciones de impuestos sobre la luz, el incremento sería del 52,7 %, casi veinte puntos más. El transporte fue el grupo que más empujó la inflación en junio, con un aumento de los precios del 19,2 %, más de cuatro puntos por encima de mayo, debido al mayor encarecimiento de los carburantes y lubricantes.
Le siguieron de cerca los alimentos y bebidas no alcohólicas, con un alza del 12,9 %, casi dos puntos superior a la del mes anterior y la más alta desde que comenzó la serie histórica en 1994. En este grupo, tiraron para arriba de la inflación las frutas, legumbres, hortalizas, carne, pan, cereales, leche, queso y huevos, mientras que en sentido contrario, redujeron los precios aceites y grasas.