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El instructor del ‘caso Cursach’ acusa al fiscal anticorrupción Carrau de «boicotear» la investigación

El ex fiscal Miguel Ángel Subirán que instruyó junto al juez Manuel Penalva la causa contra el capo de Mallorca, Bartolomé Cursach, ha arremetido contra el fiscal anticorrupción Juan Carrau por «dejar las piezas que a él le afectaban abandonadas» pese a que la carga de trabajo era «brutal», y ha ironizado con desconocer «qué giro hubo en la cabeza del señor Carrau» que «pasó de desentenderse de la investigación a boicotearla».

Lo ha dicho durante la celebración del juicio contra los investigadores del caso Cursach -Penalva,  Subirán y cuatro policías del Grupo de Blanqueo-, a las preguntas formuladas por el abogado del ex político del PP Álvaro Gijón, Oriol Rusca, quien ha cuestionado su nivel de trabajo. Al respecto, el ex fiscal ha insistido en que la carga «era brutal» tanto para él como para Penalva y el fiscal Carrau, pero este último «no la desarrolló».

El interrogatorio al ex fiscal Subirán se ha centrado en el denominado caso ORA que derivó en la investigación a Cursach y las graves acusaciones contra el empresario por múltiples delitos. Como es sabido, el juicio a Cursach acabó en nada debido a la decisión del otro fiscal anticorrupción, Tomás Herranz, que acabó exculpándole de todos los delitos. Entre lágrimas, Herranz pidió perdón a Cursach  y a los demás inculpados por haberles acusado.

Fue una de las imágenes más surrealistas vividas en la Audiencia de Baleares cuando los fiscales Herranz y Carrau decidieron dejar escapar a Cursach cuando estaba acusado de hasta una quincena de delitos y entre ellos, narcotráfico, corrupción de menores, pertenencia a organización criminal, cohecho, extorsión, amenazas, coacciones, uso de información privilegiada, delito contra la Hacienda pública, blanqueo de capitales, tráfico de influencias, falsedad documental estafa procesal, aportación de documentos falsos en juicios, tenencia ilícita de armas y delitos contra los derechos de los trabajadores.

Herranz y Carrau pasaron en pocos meses de acusar a Cursach a pedirle perdón por haberle acusado y ahora a actuar contra el juez Manuel Penalva y el fiscal Subirán que instruyeron el caso.

En su escrito de más 30 páginas, Herranz y Carrau atribuyen al magistrado y fiscal de la fase de instrucción del caso Cursach delitos de revelación de secretos, obstrucción a la justicia, detención ilegal, prevaricación e inducción al falso testimonio y por todo ello piden nada menos que más de 100 años de cárcel para cada uno de los dos acusados.

Durante la sesión del juicio contra Subirán, el letrado Oriol Rusca ha hecho referencia a la creación de un chat para coordinar todo lo relativo al caso ORA, en el que no participaba Carrau. Sobre esto, Subirán ha incidido en la postura de Carrau de desentenderse del caso. Ha reconocido la creación del grupo y ha invitado al abogado a preguntar al fiscal por qué no entró en el chat, según informa Europa Press.

«Uno se une libremente, es una cuestión de motivación. Yo era consciente de que él no estaba y de una manera pormenorizada y diaria, desde el correo profesional del señor Penalva, las diligencias practicadas en todo lo conocido como causa Cursach y sus piezas separadas se las enviábamos por correo si no había participado en las diligencias», ha declarado el ex fiscal.

Además, ha contado que hubo cerca de tres juicios de piezas separadas del caso Cursach a los que acudió Carrau junto a él. «No sé qué giro hubo en su cabeza que pasó de desentenderse a boicotear; de ir a un juicio y pedir una condena, y después ridículamente solicitar el indulto», ha criticado Subirán.

Del mismo modo, el ex fiscal ha explicado que Carrau era coordinador y superior a él en el escalafón, además de ser delegado y no requerir autorización para sus intervenciones mientras que él, por aquel entonces, era delegado temporal.

Sobre las filtraciones de información de las que está acusado, Subirán ha asegurado que se le han atribuido chats que no son suyos y ha cargado contra las acusaciones públicas, a quienes, según ha dicho, «no les ha interesado practicar una pericial sobre la fiabilidad de ese chat» y «tienen una idea preclara sobre lo que tienen que acusar».

«No creo en esos chats, son editables. Me atribuyen chats que no son míos, en algunos de ellos incluso se escribe en mallorquín, cosa que yo no sé hacer», ha insistido el ex fiscal, quien ha afirmado haber visto «diferencias» en los chats, que son «completamente distintos, editables».

Durante su declaración, el ex fiscal ha reiterado que a las acusaciones públicas «no les interesaba saber esto -en referencia a la fiabilidad de los chats- porque tienen una idea preclara sobre lo que tiene que acusar», y ha sostenido que si él fuera la acusación pública habría solicitado como diligencia de investigación que se peritara dicha fiabilidad. «He detectado su manipulación y hay quien se vale de ella», ha subrayado.