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El ex conseller de Armengol que pidió la demolición de los chiringuitos, cazado en uno VIP de Mallorca

Vicenç Vidal, ex conseller balear de Medio Ambiente, disfruta en uno de los escasos que quedan en Es Trenc

Las dos pasadas legislaturas su partido llevó a cabo en Baleares una cruzada que abocó al cierre a decenas de ellos

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El diputado independentista antichiringuitos de Sumar Vicenç Vidal se pone las botas en el de la playa del Marqués en Mallorca, en uno de estos establecimientos de primera categoría llamado 5 Illes.

Su presencia en uno de los referentes veraniegos de la privilegiada costa del municipio mallorquín de Ses Salines, en una zona próxima a la popular Colonia de Sant Jordi, no pasó desapercibida para otros clientes que se mostraron más que sorprendidos de que el que político cuyo partido llevó a cabo una cruzada contra estos negocios durante los pasados ocho años, estuviera disfrutando de uno de ellos.

Y no en cualquiera, porque si algo tiene el sitio elegido por este alto cargo ecologista de Més per Mallorca, y diputado en el Congreso, es su privilegiada ubicación a pie de playa y su amplia propuesta gastronómica.

Así lo pudo atestiguar Vidal, y todo aquel que lo visita y saborea desde sus cócteles de autor y mejores vinos a sus siete variedades de paellas, distintas pero todas celestiales, sus gambas frescas de Mallorca, por no citar sus más que afamados mejillones al curry o todo tipo de carnes y pescados a la parrilla.

No sabemos si Vidal, además de saborear los placeres de la carta, se quedó como hace gran parte de la clientela a presenciar la bellísima puesta de sol que se puede contemplar desde esta terraza de cinco estrellas, ubicada en el Área Natural de Especial Interés es Trenc-es Salobrar de Campos, o se fue antes.

Algunos comensales del entorno de la mesa del diputado mallorquín independentista recordó la demolición y cierre de media docena de chiringuitos de las playas de sa Ràpita, ses Covetes y es Trenc, siendo Vidal conseller de Medio Ambiente en el primer Govern de la socialista Francina Armengol, y que después remató en 2019 su compañero de filas Miquel Mir al frente de este mismo departamento .

El 13 de junio de 2017, día de la aprobación del Proyecto de Ley de declaración del Parque Natural Marítimo-Terrestre Es Trenc-Salobrar de Campos por el Govern de Armengol, tuvo consecuencias terribles para decenas de familias que trabajaban en estos negocios, pero fue celebrada por todo lo alto por Vidal que lo calificó de «día histórico» por dar cumplimiento «a una reivindicación de 40 años de lucha ecologista».

La demolición de los históricos chiringuitos en una de las zonas más requeridas por turistas y residentes, el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) de Es Trenc, aprobado por el Govern de Armengol, limitó a tres los chiringuitos que se podían abrir y desmontables.

El que visitó Vidal en la zona más próxima a la Colònia de Sant Jordi es toda una referencia gastronómica, como así atestiguan las referencias en las webs de la restauración . «Tomamos un aperitivo de pescado para compartir y meloso de langosta. El servicio en general también fue muy bueno, la mayoría de los camareros fueron muy atentos».

«Buena ubicación directamente en la playa, precio normal en relación a la calidad. Lo mejor es reservar mesa, ya que puede haber un tiempo de espera largo o estar lleno, especialmente entre las 12:00 y las 15:00 horas».

Para Vidal, como para los independentistas de Més, cuya inquina contra el turismo es de sobra conocida, los chiringuitos playeros tienen que ser contados y para residentes. Así lo exponían en su programa electoral de las pasadas autonómicas de 2023, donde proponían que «el régimen de autorizaciones y concesiones» a estos negocios «se adecúe a las capacidades ecosistémicas y, en todo caso, a servicios para residentes y no para el turismo».

A los turistas ni agua, y los chiringuitos contados porque contaminan, menos si están en uno de los escasos pueblos donde gobierna Més en Mallorca. Entonces, manga ancha.

Si la mayor parte de los informes de impacto ambiental de la Conselleria de Medio Ambiente presidida la pasada legislatura por el independentista Miquel Mir, fueron negativos contra estos negocios, curiosamente la valoración medio ambiental del chiringuito ubicado en la localidad de Deià gobernada por su jefe y secretario general de Més, Lluís Apesteguia, fue positiva.

En este caso, el anterior Govern realizó una evaluación favorable apostando por su continuidad, al igual que también lo hizo el área de Urbanismo del Ayuntamiento donde Apesteguia revalidó Alcaldía presentando alegaciones ante Demarcación de Costas en contra de su clausura, dado que según ambas administraciones, en este caso precisamente, no habría afectación medioambiental.

Unas contradicciones, entre unos casos y otros, de la que Vidal también hace gala muy a menudo, pero que saben mejor si se digieren sentado a la mesa en este privilegiado chiringuito de la playa del Marqués.