La empresa municipal de limpieza que gasta 140.000 euros en catalán no tiene personal suficiente
Faltan 120 efectivos al no poder Emaya contratar eventuales por la Ley para reducir la temporalidad del sector público
Pese a que desde enero la dirección conocía el problema que se le venía a partir de abril no ha buscado soluciones
La empresa municipal de limpieza de Palma gastará 140.000 euros en clases de catalán a sus barrenderos
La empresa municipal de limpieza de Palma (Emaya) que gasta 140.000 euros en clases de catalán para sus más de 1.400 trabajadores, no cuenta con personal suficiente, desde este mes de abril, para cubrir las diferentes rutas y servicios en la quinta ciudad más sucia de España, según la OCU. Todo ello por no poder contratar para los meses de temporada alta a más efectivos temporales como sucedía en años anteriores, por la entrada en vigor este año de la denominada Ley de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público, que fija en un 8% el número de contratos temporales, porcentaje que la compañía ya supera con creces.
Un problema que la empresa presidida por el concejal socialista, Ramon Perpinyà, ya conocía desde el arranque del presente ejercicio, pero que pese a la insistencia de los sindicatos no ha solucionado, a fecha de hoy, con la temporada turística a la vuelta de la esquina, y decenas de trabajadores eventuales en los bolsines, esperando una llamada que sigue sin producirse.
El problema se ha planteado en el inicio de este mes de abril dado que, por convenio, los trabajadores municipales de la limpieza de Palma tienen fechadas sus vacaciones en diferentes turnos rotatorios durante los meses centrales de la temporada alta entre abril y septiembre.
Al haberse iniciado ya el periodo vacacional, en estos momentos, y pese a la incorporación de 70 trabajadores interinos el pasado día uno, los sindicatos calculan que faltan un mínimo de 120 efectivos para cubrir las diferentes rutas de limpieza y recogida de basuras en la capital balear como en años anteriores, servicio no obstante muy criticado en años precedentes a la pandemia, por sus carencias y falta de efectividad.
Pero en vez de fijar su prioridad en la resolución de este problema cuando la temporada turística está ya a la vuelta de la esquina, la actual dirección centra su atención en la impartición de clases de catalán para personal de limpieza, cargos intermedios y directivos de la compañía.
Y mientras no pueda solventar cómo aumenta la plantilla de cara al presente verano, el primero de la vuelta a la normalidad y donde se espera una ocupación turística en Palma a niveles pre pandemia, las carencias se empiezan ya a notar con rutas y servicios sin cubrir y la realización de horas extraordinarias por parte de los actuales efectivos.
A medida que se acerquen los meses centrales de la temporada y sea mayor afluencia turística, más notable y visible será esta falta de planificación, y peor redundará, en la imagen exterior de la capital balear.