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Bloc de notas

La ecotasa catalana

Saben ustedes, y por supuesto quienes la soportan, extranjeros en su gran mayoría, qué es una ecotasa. Dicho sea a la pata llana y para que algunos logren entenderlo, es un impuesto ecológico, también llamado impuesto verde; un tributo que establece la protección ambiental o que compensa los daños ocasionados al medio ambiente.​ Así. Ni más ni menos.
Pero en Baleares, este impuesto, que en ocasiones ha sido dedicado caprichosa e ilegalmente a otros menesteres, trata o debe tratar de evitar o paliar los daños causados a la excesivamente gravada naturaleza a causa del turismo. Pero miren ustedes por dónde, ahora la OCB, o dicho sea con mayor propiedad la OCC, que ya se adivina cuál es su significado, establece que el turismo es la causa mayor del retroceso del catalán.

Por tanto, dentro de un paquete de medidas a proponer a la Mesa para el Pacto Social y Político para la Sostenibilidad Económica, uff, propone destinar a partir de ahora el 5% de la ecotasa a financiar, por culpa del turismo claro está, proyectos destinados a evitar el retroceso en el uso social del catalán.

Para la OCB lo tienen absolutamente claro: lo primero es el catalán porque la presión del turismo de masas y las consecuencias directas que de él se derivan han afectado gravemente a la vitalidad de la lengua catalana en Baleares. Y a partir de ahí, por tanto, se debe tratar de dar a conocer el catalán realizando campañas de divulgación en los puntos de entrada a las islas, puertos y aeropuertos, además transportes públicos, establecimientos turísticos y toda cuanta actividad se relacione con el turismo en estas islas incluyendo, para mayor detalle, incluso hasta los tiques de las cafeterías.

Pero esto quizás sea aún lo más importante: el personal que atiende al turismo debe tener unos conocimientos mínimos de la lengua catalana y expresar en ella los conceptos más básicos vinculados al servicio prestado. Y con esta receta formativa, para la OCB el buen servicio y la profesionalidad estarían garantizados.

Queda claro en consecuencia que quien sea sueco, alemán, inglés, etc. antes de viajar a Mallorca le convendrá, no fuera a ser que luego no pueda entenderse con el personal de aquí , hacer unos someros estudios de catalán, en este caso mejor mallorquín, ya que es la mayoría quienes visitan esta isla, para lograr que les entiendan. Aunque bien mirado, la OCB u OCC, en el fondo, puede que tenga mucha razón: ampliar los horizontes culturales y devenir políglota nunca está demás.

MARTES: INSENSIBILIDAD ESTÉTICA. Ayuntamiento de Palma, Govern, Consell de Mallorca, además de la dirección del Museu Es Baluard, en consideración de ARCA, no han sabido ni querido defender los intereses generales protegiendo el patrimonio y evitando su utilización perversa. Y en efecto, así es. Porque el Baluard de Sant Pere cuya reforma, mejor su destrucción, ha sido autorizada por estas tres instituciones, no es compatible con el respeto que merece y debería merecer un espacio patrimonial de primer orden. Agotada la vía política y la administrativa, esta asociación ha presentado un recurso judicial contra la construcción sobre la terraza de un restaurante en Es Baluard, aunque cuya resolución probablemente no evitara su destrucción.

Es posible que aparte del Museo Es Baluard, al parecer preocupado sólo por su negocio y por tanto otro que tal baila, tres instituciones no hayan sido capaces de evitar tamaño atentado a un bien patrimonial como es la muralla de Palma. Pues no. Comenzando por el alcalde –muy mal señor Martínez—incapaz por lo visto de proteger de un atentado semblante una valiosa parte del patrimonio histórico, evidenciando una escandalosa falta de sensibilidad estética.

Hay cosas incompresibles, y esta es una de ellas.