EL CUADERNO DE PEDRO PAN

La ecotasa de Armengol, al servicio del ‘pay to play’ de los 40

La presidenta balear se postula a pagar a Prisa porque el grupo editorial es el monaguillo de su jefe Sánchez

Desconoce que así contribuye a lavar el cerebro de los oyentes de un canal radiofónico que menosprecia la libertad de elección

Armengol desvía fondos de la ecotasa destinados al medio ambiente a un concierto musical del Grupo Prisa

Los grupos ecologistas cargan contra Armengol por desviar fondos de la ecotasa al concierto del Grupo Prisa

Concierto Los 40
Presentación en verano del concierto de los 40.

El Govern que preside la socialista Francina Armengol ha regalado parte de lo recaudado por la ecotasa al grupo Prisa para celebrar una gala de los 40 Principales en lo que antes era el Palma Arena y ahora se conoce como el Velòdrom Illes Balears, no vaya a ser. Una inversión silenciosa más que se pasa por el forro el destino final de unos dineros en principio pensados al objeto de paliar los efectos en la naturaleza del impacto turístico.

La izquierda es experta en la malversación encubierta y le importa una higa que escandalice al sector hotelero, porque es el capitalismo heteropatriarcal o algo por el estilo. Es malversación consciente porque se persigue premiar a un grupo periodístico amigo y para ello basta con regar la línea editorial de El País y de la SER, o sea el grupo Prisa, el encargado de ser la primera trinchera propagandista para fustigar al centroderecha y demonizarlo.

El problema, si los tribunales de justicia no estuvieran desorientados, es la malversación licenciosa porque un tributo finalista se emplea, sin el menor respeto, en confiada y completa impunidad para gastar a sus anchas. Hay más. ¿Qué son los 40 Principales? Resumiendo: la gran manipulación. 

El formato de este negocio de la SER nos remite al Top 40 de los EEUU, y pese maquillarse como se quiera maquillar, tiene similitud con el perfil del histórico escándalo de la payola en los años 50, tiempos del Rock&Roll, y que consistía en pagar para  promocionar determinado producto musical, lo que en términos populares se conoce como pay to play

Las emisiones de los 40 Principales desde su inicio son un negocio puro y duro, donde los temas suenan en función de lo que paga la discográfica, y según el montante de las aportaciones económicas ocuparán un lugar más destacado en la parrilla de programación. El deejay dispone de carátulas coloreadas y en función del color de que se trate, sonarán más o menos y así hasta llegar al número de los 40 elegido como prioritario. Pay to play.

Durante un tiempo existió la posibilidad de que el deejay, o sea, el locutor musical para entendernos, pudiera programar temas a su criterio, hasta que la política de la casa fue más allá y acabó con esta libertad de elección. A partir de entonces todo se resumirá a puro teatro y los temas llegarán a la cumbre por decisión que se tomará en los despachos. Esto es lo que está pagando ahora Armengol: la ecotasa al servicio del pay to play.

El Govern de la extrema izquierda le regala a Prisa parte de la ecotasa para que siga contaminando la mente de los oyentes, sin opción a descubrir esas otras músicas, aquéllas que viven al margen de la manipulación conectada a intereses económicos. Los conciertos de los 40 Principales son la parte vistosa y Armengol se postula a pagar a Prisa porque el grupo editorial es el monaguillo de su jefe Sánchez, en tareas de manipular sistemáticamente a la opinión pública. Pero al mismo tiempo desconoce que así contribuye a lavar el cerebro de los oyentes de un canal radiofónico que menosprecia la libertad de elección de los oyentes, negándoles aspirar a otros horizontes. 

“¿De verdad que Los 40 manipulan?”. Verás, Lou. Machacar concretas opciones equivale a contar una mentira mil veces hasta convertirla en una verdad. Hay éxitos que son mierda y hay silencios que nos empequeñecen. 

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