Un canoso Agustín El Casta vuelve a casa por Navidad
Como es tradición, regresa a la sala magna del Auditórium con un sorprendente título genérico: Asesinato en el Valparaíso
Este año brilla con luz propia el personaje del botones, interpretado por el laureado medallista paralímpico Xavi Torres
Los últimos 20 años se ha convertido en una tradición acudir a la sala magna del Auditórium de Palma a ver el Especial de Navidad, de Agustín El Casta, aunque el espectáculo se remonta a casi tres décadas cuando era presentado en El Café de Cala Gamba, su casa de toda la vida. Mantener el interés del público en este prolongado período de tiempo no es tarea fácil y, como es lógico, no siempre ha quedado lo que se dice redondo.
Sin embargo, si hay algo inalterado en todo este proceso, es la manera que tiene Agustín El Casta de contarnos historias, por disparatadas que sean, y siempre centradas en su particular revisión de la psicología del isleño, que él resume apelando al «humor de lo cotidiano». En realidad, los personajes que ha ido creando en todo este tiempo apuntan en la misma dirección, cada uno en función de sus rasgos particulares, pero siempre sacándole provecho a cuanto sucede a nuestro alrededor y la manera que tenemos de afrontarlo.
Por supuesto, ha vuelto a ocurrir este 2024, esta vez con un sorprendente título genérico: Asesinato en el Valparaíso, con claros guiños a Hércules Poirot. Lo que nos lleva a la práctica relativamente reciente de presentar un cortometraje en colaboración con el cineasta mallorquín Marcos Cabotá en el que no pueden faltar cameos de personajes populares de nuestro entorno. Este año brilla con luz propia el personaje del botones, interpretado por el laureado medallista paralímpico Xavi Torres. También se repite ese tributo al mallorqueta incluyendo la breve intervención del delantero Abdón Prats.
Además de recuperar el personaje de Don Diablo, ausente los últimos años, un sorprendentemente canoso Agustín se emplea a fondo en su monólogo, esta vez dedicado a la gastronomía con divertidos y magistrales giros. Qué decir de Corleone y sus intrigas telefónicas, ofreciéndonos en primicia que Begoña Gómez, alias la Pichona, ha solicitado una cátedra en la UIB.
Aunque el plato fuerte del espectáculo navideño, precisamente por ser «a petición popular», era rescatar a Lorenzo Llamas -el latin lover mallorquín- en su conferencia Por qué tengo tantas amigas y no me he casado.
En definitiva, un año más hemos acudido a rendir pleitesía al monologuista Agustín El Casta, que nunca defrauda porque lleva en la sangre adornar sus historias con sus desternillantes puntos de vista no exentos de severa crítica, siempre adornada con ironía, sobre cuanto acontece a nuestro alrededor. No es un asunto menor su manera cómica de posicionarse en aquello referido a las críticas a la masificación turística, puesto en boca de Lorenzo Llamas en el cortometraje, dirigiéndose al líder de la manifestación: «Cuando dices no a los turistas, ¿también te refieres a las turistas?». Para descubrir después al líder ese, trabajando de camarero en el Valparaíso. A buen entendedor…
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