Baleares es de las comunidades donde más han aumentado las agresiones sexuales a menores
Es el resultado de un estudio de la Fundación ANAR durante el periodo 2017-2021
La tecnología aparece en el 44% de los casos de agresiones sexuales a menores de edad
La tasa de crecimiento desde el anterior estudio Abuso sexual de ANAR 2008-2019, ha sido del 353%
Baleares es de las Comunidades Autónomas donde más han aumentado las agresiones sexuales a menores de edad en los últimos años. Un estudio de la Fundación ANAR revela que durante el periodo 2017-2021 los casos entre varones menores de 18 años aumentaron un 25%, mientras que entre las mujeres crecieron un 83,3%.
Se trata concretamente del II estudio ‘Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes según su testimonio. Evolución en España (2019-2023)’, en el que también se detecta un aumento de varones víctimas de la pornografía infantil en Baleares.
Por si fuera poco, las agresiones sexuales a menores detectadas por el teléfono o chat de la Fundación ANAR han aumentado un 55,1% en los últimos cinco años en toda España.
El director técnico de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, ha asegurado este martes que «las agresiones sexuales, sobre todo en menores de edad, son un fenómeno escondido y oculto por nuestra sociedad, en el que prevalece por parte de las víctimas muchas veces el miedo y la vergüenza».
La Fundación ha ayudado a ayudado a un total de 4.522 menores de edad víctimas de violencia sexual (3.560 niñas y mujeres adolescentes, 959 varones y tres menores no binarios) desde enero de 2019 a junio de 2023, según ha informado la directora del teléfono y el chat ANAR, Diana Díaz.
En relación a esto, ha manifestado que la tasa de crecimiento de agresiones sexuales a menores en Baleares desde el anterior estudio Abuso sexual de ANAR 2008-2019, ha sido del 353%. «La tecnología está implicada directamente en este incremento, además de otras muchas causas que evidentemente están ahí», ha explicado Díaz, que ha indicado que la tecnología aparece en un 43,9% de los casos.
Tipos de agresión sexual
En cuanto a los tipos de agresión sexual, la más predominante es la presencial, en la cual la libertad sexual de la niña o de una adolescente ha sido «claramente atacada, claramente vulnerada» y ha supuesto el 91,5% de los casos. En segundo lugar aparece el llamado ‘grooming’, cuando un adulto se infiltra en las redes con el objetivo de conseguir una gratificación sexual y ha supuesto el 3,1%.
Le siguen el sexting no consentido, con el 2,2% de los casos; la pornografía, con el 1,3%; y, por último, la explotación sexual o prostitución, con un 1,9%.
En relación al perfil de las víctimas, el más mayoritario es el femenino, que representa el 78,7%. La edad media es de jóvenes de 12,5 años de media, frente a los 11,6 años de media del anterior estudio Abuso sexual de ANAR 2008-2019. En el caso de los niños varones, la mayoría de los casos se sitúa entre los cero y los nueve años.
Asimismo, el 40,7% de los casos, las víctimas viven con ambos progenitores y un 36,1% en familias monoparentales. Mientras, el 58,7% proceden de familias españolas y el 41,3% de familias migrantes. Además, un 2,5 de las víctimas tiene alguna discapacidad y siete de cada diez presentan un rendimiento escolar bajo.
Casi la totalidad de los agresores son hombres
Por otro lado, el 94,3% de los agresores son hombres, la gran mayoría mayores de edad y ocho de cada diez (79,5%) son personas conocidas por la víctima y el 50,3% son miembros de su propia familia.
Con todo, el estudio de la Fundación ANAR revela que las agresiones sexuales grupales siguen en aumento y pasan de constituir el 2,1% en 2008 a representar el 10,9% de las agresiones en 2023.
Respecto a la denuncia, tres de cada diez víctimas de agresiones sexuales no denuncian ni tienen intención de hacerlo (28,3%), mientras que en un 41,1% de las consultas recibidas por ANAR sí que existe la intención de denunciar.
Con todo, el estudio refleja que la persona que suele tener la voluntad o la iniciativa de denunciar es principalmente la madre (48,9%). También revela que un 30,5% de las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual está en proceso de denunciar o su caso ha sido judicializado.
ANAR ha indicado que las principales consecuencias de las víctimas de violencia sexual son los cambios bruscos de conducta (23,5%) y los problemas psicológicos (20,8%), como la ansiedad, el miedo, la culpa, la depresión, problemas de sueño o los trastornos de alimentación.