Armengol ordena sin ninguna justificación el derribo de dos emblemáticos restaurantes junto al mar en Palma
Remite un informe a Costas exigiendo la desaparición de El Bungalow y El Peñón de Ciudad Jardín
Alega supuestos perjuicios al medio ambiente cuando se trata de una zona urbanizada hace 70 años
Temor a un cierre masivo de chiringuitos en 2023 al asumir Armengol las competencias en las costas
El dueño de un chiringuito cerrado por Armengol: «Explique a mis empleados por qué no pueden trabajar»
El Govern balear de izquierdas que preside la socialista Francina Armengol ha acordado el derribo de dos emblemáticos restaurantes situados en la primera línea de Palma y que cuentan con más de 60 años de historia. Son el Bungalow y El Peñón 1957, ambos ubicados junto al mar en el núcleo urbano de Ciudad Jardín. A instancias del Ejecutivo balear, Costas ha ordenado el desalojo y derribo de estos dos conocidos restaurantes reconocidos por su máxima calidad.
Demarcación de Costas, organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, ordena el desalojo y derribo de los dos restaurantes tras recibir el informe de la Conselleria de Medio Ambiente de Baleares que preside el independentista Miquel Mir. En su informe, el Govern insta a la desaparición de los dos locales alegando motivos medioambientales.
En aplicación de la Ley de Costas, los dos restaurantes podrían seguir con su actividad tal como sucede en el litoral de Andalucía donde la Junta que preside Juanma Moreno, del PP, ha llegado a un acuerdo con Costas para dar seguridad jurídica a los chiringuitos de playa y locales de restauración ubicados junto al mar. El argumento es que estos locales ejercen una actividad económica muy importante y gozan de una gran aceptación entre la población y el turismo.
En Baleares, por el contrario, el pacto de izquierdas ha declarado la guerra a los chiringuitos de playa y locales de restauración ubicados junto al mar y lo hace mediante la elaboración de informes muy estrictos sobre supuestos perjuicios al medio ambiente. De hecho, el Govern de Armengol, por medio del conseller independentista Miquel Mir, elabora informes mucho más restrictivos que la Ley de Costas.
De momento, Miquel Mir ya ha emitido una docena de informes desfavorables para el mantenimiento de otros tantos establecimientos no autorizando su permanencia. Son informes acordes con la política turismofóbica que caracteriza y practica esta formación política en connivencia con el PSOE de Armengol y Unidas Podemos.
Los propietarios del Bungalow y El Peñón 1957 han mostrado su total desacuerdo con el informe del Govern que les aboca al cierre y derribo de las instalaciones y han puesto el tema en manos de un gabinete de abogados para presentar los pertinentes recursos. La realidad es que no se entiende que dos restaurantes ubicados en una zona totalmente urbanizada desde hace décadas puedan ocasionar daños al medio ambiente.
Al contario de lo que sucede en Baleares, en la Costa Brava los chiringuitos y restaurantes junto al mar ubicados en zonas urbanas tienen su futuro garantizado.
En el caso de los dos restaurantes de Ciudad Jardín, la decisión de Costas es que los propietarios deben proceder al derribo de unas instalaciones que datan de finales de los años 50. En caso contario, será Costas la que asuma las obras de derribo. Como ha sucedido ya en casos precedentes, una vez conseguido el desalojo, tanto Costas como la Administración autonómica se olvidan del derribo y los edificios permanecen durante años degradándose y ofreciendo una pésima imagen a la zona y se convierten en morada de okupas.
La desaparición de El Bungalow y El Peñón se sumarían a la decena de chiringuitos de playa y locales de restauración que ya han tenido que cerrar sus puertas a instancias del Govern de Armengol. En el municipio de Santanyí, el Ejecutivo autonómico ha impulsado un restrictivo Plan de Ordenación de Recursos Naturales del Parc de Mondragó que ha supuesto la desaparición del chiringuito de Sa Font de n’Alis.
En la popular playa des Capellans, de la localidad de Muro, tres establecimientos se han quedado sin licencia de actividad para poder abrir sus puertas, al igual que en el Parque Natural de Es Trenc donde otros tres han dejado de funcionar.
A todo ello se añade la desaparición de la piscina del restaurante Mar y Paz, en Can Picafort, que ha estado en activo durante 52 años recibiendo cada verano la visita de muchos residentes y turistas. La piscina ya ha quedado sepultada bajo los escombros.
Como en todos los casos, los tres restaurantes situados de la Playa de Muro (Opa & Oma, La Ponderosa y Can Gavella) han desaparecido por decisión de la Demarcación de Costas (organismo del Gobierno central) a instancias del Ejecutivo autonómico.
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