AGRESIÓN SEXUAL

Seis años de prisión y expulsión de España para un magrebí que violó a una turista en Sevilla

El condenado estuvo fugado ocho años hasta que fue detenido de nuevo

El acusado pasaba en bicicleta por la calle y se abalanzó sobre la mujer

Varios testigos alertaron a la Policía y retuvieron al agresor

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Edificio del Tribunal Superior de Andalucía.
Ángel Moya

«Circulaba en bicicleta por la calle y se abalanzó sobre la joven de 20 años», así arrancó el episodio de agresión sexual por el que ha sido condenado por violador un magrebí en Sevilla. El agresor recurrió la sentencia pero el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, no sólo ha confirmado la pena, también ha añadido la prohibición al acusado de trabajar con menores de edad en los próximos 12 años. Dado que el condenado es de nacionalidad marroquí, la pena se ejecutará en la práctica con tres años de cárcel, mientras el resto de la condena «se sustituye con la expulsión del condenado del territorio español al que no podrá regresar durante seis años».

Tras la violación, el condenado Abdelkarim E., fue detenido pero tras salir en libertad provisional hasta juicio, desapareció estando fugado durante ocho años: «Contra el procesado se dictó orden de busqueda detención y presentación el día 25 de octubre de 2016. Fue declarado rebelde el 27 de diciembre de 2016. En fecha 15 de marzo de 2024 fue detenido y desde esa fecha se encuentra privado de libertad por esta causa».

Tras una primera sentencia publicada en 2024, el violador recurrió pidiendo la prescripción de la causa, sin embargo el Tribunal Superior de Justicia acaba de confirmar la condena y además ha añadido la prohibición de ejercer cualquier profesión que implique el contacto con menores de edad.

Los hechos

En su relato de hechos, la sentencia especifica como «sobre las 06:00 horas del día 29 de julio de 2016 T. P de veinte años de edad, tras haber salido en compañía de una amiga del local «Alfonso», en Avenida de La Palmera de Sevilla, y al entrarle ganas de orinar, se situó entre dos coches estacionados en la Avenida de la Guardia Civil, agachándose a tal fin entre ellos. Al ser ello observado por el procesado, Abdelkarim de nacionalidad marroquí, mayor de edad, sin antecedentes penales, quien pasaba por el lugar circulando en bicicleta, se bajó de la misma y de modo inesperado se abalanzó con ánimo libidinoso sobre la víctima».

Al agresor no le importó la presencia de testigos, ni la indefensión de la víctima sorprendida por la violencia del asalto, «la lanzó sobre un coche agarrándole de los brazos mientras le decía expresiones tales como ‘ tranquila’, y comenzando a tocarle sus partes íntimas metiendo su mano
debajo de su vestido, llegando a introducirle varios dedos en la vagina tras apartarle u ropa interior, pese al forcejeo mantenido en todo momento por ella para intentar evitarlo. Finalmente la joven voceando consiguió zafarse del procesado».

10.000 euros de indemnización

Al escuchar los gritos de la víctima, varios testigos se acercaron al lugar de la agresión, detuvieron la violación e inmovilizaron al agresor hasta que llegó la Policía y le detuvo. «Como consecuencia de los hechos la víctima no sufrió lesiones físicas pero sí una clínica compatible con trastorno mixto de ansiedad y depresión, y un cuadro ansioso-depresivo en relación a la reviviscencia de los hechos, habiendo necesitado de tratamiento sintomático mediante la administración de psicofármacos y habiendo requerido de 30 días para su estabilización», establece la sentencia.

Aunque el violador ya en prisión, negó los hechos y posteriormente pidió su prescripción, el Tribunal Superior de Justicia asegura que «la víctima ha sido rotunda, contundente, precisa y detallada al dar testimonio de la agresión sexual sufrida con violencia e introduciendo los dedos en vagina, extremo corroborado por los testigos en los términos dispuestos». El violador condenado a prisión también deberá indemnizar a la joven con 10.000 euros.

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