Andalucía
Pésimas condiciones en la prisión de Córdoba

Marlaska lleva cinco meses alojando a los guardias civiles de la prisión de Córdoba en casetas de obra

AUGC ha enviado una queja a la directora del centro penitenciario... que no ha tenido respuesta

Las condiciones precarias en las que trabajan los agentes de la Guardia Civil destinados en la prisión de Córdoba se prolongan ya durante más de cinco meses. Los guardias civiles destinados en el centro penitenciario cordobés están obligados a cambiarse, a descansar y a comer en unas casetas de obra que, durante el verano, han llegado a alcanzar en su interior temperaturas de más de 40 grados. Además, las quejas que elevan los guardias civiles a la directora del centro penitenciario, dependiente del Ministerio de Interior de Fernando Grande-Marlaska, quedan siempre sin respuesta.

Caseta en la que trabajan los guardias civiles en la prisión de Córdoba.

Rafael Sánchez, de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), ha explicado a OKDIARIO Andalucía que estos agentes «están hartos de tener que utilizar las casetas de obra como vestuarios y para comer. Trabajan en turnos de 12 horas, llevan así ya más de cinco meses y todavía no saben cuándo van a poder utilizar unas instalaciones que no sean tan precarias».

«Es comprensible que los guardias civiles de esa unidad piensen que la dirección del centro penitenciario da muestras de inoperancia y desidia en todo lo que se refiere a ellos. Ahora, en este asunto de la obra, pero antes también con la dotación de mobiliario, reparaciones de averías, la eliminación de plagas de ratas, cucarachas o serpientes…», alega el portavoz de AUGC, que recuerda que «hace un mes y medio desde AUGC dirigimos un escrito a la directora del centro penitenciario, proponiéndole unas modificaciones en las reformas para evitar problemas de higiene y de riesgos de salud laboral de los guardias civiles, pero no nos ha contestado y ni siquiera ha dado acuse de recibo. En nuestra opinión, muestra un profundo desprecio por los guardias civiles y por sus condiciones de trabajo».

Caseta en la que trabajan los guardias civiles en la prisión de Córdoba.

Los olvidados de la prisión

Hace dos años la Asociación Unificada de Guardias Civiles denunció que Instituciones Penitenciarias había invertido casi seis millones de euros en las reformas que se realizaron en el centro penitenciario de Córdoba, y sin embargo no había aprovechado para ampliar las dependencias donde trabaja la Guardia Civil, especialmente los vestuarios, que desde hace muchos años son insuficientes para la plantilla existente, hasta el punto de que no caben las taquillas asignadas a los agentes.

Lugar en el que trabajan los guardias civiles en la prisión de Córdoba.

Tras esas críticas, al fin este año se han acometido obras en las instalaciones de la prisión adjudicadas a dicho cuerpo, pero una vez más la dirección del centro penitenciario vuelve a dar muestras de inoperancia o desidia en lo que atañe a los guardias civiles, como ya ha ocurrido anteriormente en otros aspectos como la dotación de mobiliario, la reparación de averías, la eliminación de plagas de cucarachas, ratas y serpientes, e incluso su exclusión del cribado preventivo con motivo del gran brote de COVID-19 que se produjo en el centro.

Cuando se llevaron a cabo las reformas en las dependencias usadas por los funcionarios de Instituciones Penitenciarias no se les obligó a utilizar casetas de obras, como ahora ocurre con el personal de la Guardia Civil, que lleva desde abril teniendo que utilizar esas instalaciones precarias como vestuarios y para realizar las comidas, al trabajar en turnos de doce horas. Además, desde hace un mes está desmontado el falso techo de las oficinas y de la sala de control, impidiendo que esas dependencias se puedan climatizar adecuadamente, teniendo en cuenta el deficiente funcionamiento de los aparatos instalados y las altas temperaturas alcanzadas en agosto.

Baño de los guardias civiles en la prisión de Córdoba.

Las obras actuales, que se adjudicaron a una empresa de Andújar por 273.484 euros, tenían un plazo de ejecución de cuatro meses, el cual obviamente no se ha cumplido y ha debido ser prorrogado, pero es que hace varias semanas se marcharon los trabajadores de dicha empresa y desde entonces han estado paralizadas las reformas.