En libertad los padres malienses cuyo bebé murió tras la circuncisión clandestina en Roquetas de Mar

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Roquetas de Mar, en funciones de guardia, ha acordado este martes la libertad provisional de los padres de un bebé de origen maliense fallecido tras una circuncisión clandestina en su domicilio en Roquetas de Mar (Almería). Sin embargo, la persona que ha practicado la intervención ha ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza, por carecer de cualificación profesional y realizar la operación sin medidas higiénicas adecuadas.

Los tres implicados —los padres y el presunto autor de la circuncisión— están siendo investigados por un presunto delito de homicidio imprudente, aunque la juez ha indicado que el desarrollo de la investigación determinará si concurren otros tipos delictivos. Según ha informado el juzgado, el padre ha prestado declaración y ha respondido a las preguntas planteadas, mientras que la madre no ha podido declarar debido a su estado físico. Ambos han quedado en libertad provisional con la obligación de comparecer en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes y la prohibición de abandonar el territorio nacional.

Por su parte, el hombre que ha realizado la circuncisión, quien únicamente ha contestado a las preguntas de su letrada, ha sido enviado a prisión provisional. La intervención, que ha tenido lugar en el domicilio familiar, ha causado una grave hemorragia que ha provocado la muerte del menor, según confirmaron fuentes de la Guardia Civil. El detenido no reunía las condiciones profesionales ni las medidas higiénicas necesarias para llevar a cabo este tipo de cirugía, lo que ha derivado en la tragedia.

La Comunidad Islámica Mezquita Ishbilia ha reaccionado al suceso, responsabilizando a los padres, al autor de la intervención y a la Comisión Islámica de España por no haber regulado esta práctica, que consideran recomendable en el Islam «siempre en las condiciones médicas adecuadas». La comunidad ha denunciado que ha alertado «reiteradamente» sobre estas prácticas clandestinas, que han generado casos graves en el pasado, y ha exigido un protocolo sanitario claro para evitar nuevas tragedias.