Andalucía
Accidente buque OS 35

Extraído el 80% del gasóleo de los tanques del buque accidentado mientras el combustible alcanza Cádiz

Las tareas para vaciar los tanques del buque OS 35, el granelero varado frente a la costa de Gibraltar tras chocar con otro barco en la noche del lunes, avanzan a buen ritmo, aunque el vertido ha alcanzado ya las playas de Cádiz.

El Gobierno de Gibraltar ha informado a primera hora de este viernes de que a las 07:00 horas ya habían sido bombeados 197 metros cúbicos de gasóleo del barco, lo que constituye «alrededor del 80% de la carga de diésel» del buque. Los trabajos para bombear el combustible del OS 35 hacia la barcaza de decantación colocada en el costado del granelero arrancaron este jueves.

La situación se ha mantenido «estable» durante la noche con el «bombeo continuo» del diésel almacenado en el buque y se ha realizado un «seguimiento continuo» con drones y e imágenes térmicas terrestres, tal y como han detallado las autoridades llanitas.

El Gobierno del Peñón mantiene suspendidas las operaciones portuarias y el Consejo de Contingencia de Gibraltar se ha vuelto a reunir a las 12:30 horas para valorar la situación.

La rotura del casco del OS 35 provocó este jueves algunos vertidos de gasóleo que han logrado filtrarse más allá de las barreras anticontaminación dispuestas por el dispositivo coordinado entre Gibraltar y España, y que ya han llegado a costas andaluzas. El buque, cargado con barras de acero, almacena en sus bodegas 215 toneladas de fueloil pesado, 250 toneladas de gasóleo y 27 toneladas de aceite lubricante.

Además, cabe recordar que la Policía Real de Gibraltar (Gibraltar Royal Police) detuvo este jueves al capitán del buque granelero, según han confirmado a EFE fuentes de la investigación.

El ministro Principal de Gibraltar, Fabian Picardo, afirmaba este jueves que el capitán no siguió las «instrucciones» de las autoridades llanitas una vez fue comunicado el incidente.  El Gobierno del Peñón pidió al buque OS35 que parara, pero «no paró, decía que no tenía ningún daño».

En una entrevista concedida a TVE , Picardo ha explicado que el granelero «salía hasta el Estrecho para continuar su viaje -a Vlissingen, en los Países Bajos- y una vez en el Estrecho, contrario a las instrucciones de Gibraltar, la entrada de agua en el buque fue tal que el capitán no pudo continuar su viaje» y se se vio obligado a aceptar las instrucciones de Capitanía de Gibraltar.