Detectado en Málaga el primer caso sospechoso de viruela del mono en Andalucía

La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha notificado este viernes un posible caso de infección por viruela del mono en la provincia de Málaga. La persona en estudio evoluciona favorablemente y se encuentran aislada en su domicilio. Se trataría del primer caso detectado en la comunidad.

La Dirección de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la citada Consejería ha explicado en un comunicado que según los protocolos habituales, será el Centro Nacional de Microbiología quien descarte o confirme este primer diagnóstico.

El departamento que dirige Jesús Aguirre ya ha iniciado los protocolos de actuación y ha adoptado las medidas preventivas oportunas en prevención hasta la confirmación de este caso sospechoso.

Este miércoles, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, lanzaba su predicción al respecto de este nuevo virus: «No es probable que la viruela del mono vaya a generar una transmisión importante en España». Unas palabras que han recordado a su vaticinio antes de que estallara la pandemia de coronavirus, cuando aseguró que «España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado». Los fallecidos por Covid-19 en nuestro país superan ya los 100.000.

El aumento de casos a nivel global ha propiciado el pistoletazo de salida a la carrera por conseguir la vacuna. La propagación ha dado alas a Bavarian Nordic, la única empresa que la fabrica, que se ha disparado un 20% en la Bolsa de Copenhague. Italia y Suecia se han convertido en los últimos países en notificar casos de viruela del mono tras los registrados en Gran Bretaña, España, Portugal y Estados Unidos.

Síntomas de la viruela del mono

Cabe mencionar que la viruela del mono, también conocida como monkeypox, es una enfermedad zoonótica viral poco frecuente. El cuadro clínico inicial suele incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, inflamación o hinchazón de los ganglios y cansancio.

Unos días después de la aparición de la fiebre, se desarrolla una erupción cutánea que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo. Suele producir una enfermedad autolimitada y la mayoría de las personas se recuperan en varias semanas, aunque en algunos casos pueden llegar a requerir ingreso hospitalario.

El pasado 15 de mayo, el Reino Unido lanzó una alerta sanitaria a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de acuerdo al reglamento sanitario internacional tras detectar los cuatro primeros casos en Europa.