El alcalde socialista de Sevilla tildó la Feria como «invasión de trajes de volantes»

Tras la polémica generada por los ‘humoristas’ de TV3 hay un silencio atronador que ha destacado por encima de todos: el de Antonio Muñoz, alcalde socialista de Sevilla. Quizás el motivo de no haber condenado estas mofas pasa porque él mismo, hace apenas unos años, era el que se reía y faltaba al respeto a la Virgen, a la Semana Santa, a la Feria y, en definitiva, a las costumbres de los sevillanos sobre los que ahora gobierna.

Todo lo hizo en su blog, titulado Estas cosas llevan tiempo. El ahora alcalde socialista de Sevilla hablaba de estas costumbres sevillanas como «supersticiones tribales elevadas a la categoría de ciencia». «El gobierno del Sr. Zoido multiplica los actos con motivo del Corpus Christi (por cierto, a 71.000 euros asciende el coste de las dos portadas efímeras de la Plaza San Francisco) con exposiciones de carteles eucarísticos y letíficos, conciertos y la representación de autos sacramentales. Y, sobre todo, mucha marcha militar, terminando incluso hasta con una jura de bandera para la sociedad civil el día de San Fernando», señalaba en su blog Antonio Muñoz en 2013.

«Gastos y gastos en desfiles, en portadas y cornetas y tambores. Paradojas de la vida municipal, ya que mientras el presupuesto para cultura de este año se ha reducido, el de festejos ha sido de las pocas áreas que han incrementado. Ya sabemos que este gobierno pisa fuerte, el problema es que sólo lo hace cuando desfila», continúa Antonio Muñoz en ese mismo post, en el que también criticaba al entonces alcalde de la capital hispalense, Juan Ignacio Zoido (PP), que «nos exige a los sevillanos un acto de fe».

«Y es que, de manera científica y racional, no hay quien pueda creerse tanta solemne mentira», continuaba mofándose Muñoz, que aseguraba también que quería mantener a los niños «lo más alejados posible de los actos de fe y de los hechiceros de la tribu».

Además, quien ahora dice amar la Feria y la Semana Santa cargaba entonces duramente contra ellas preguntándose: «¿Qué pasaría si parte de la pasta invertida en Semana Santa y Feria se destinara a hacer de la ciudad un polo de atracción de cultura internacional?».

«Ya mismo tocará presentar algún cartel de verbena, acompañar a algún traslado o asistir a un campeonato de ping-pong», continuaba Muñoz en clara alusión a la celebración de la Feria de Sevilla en la que se paseará durante los próximos días obviando las críticas que sobre ella vertió.

En otro post, seguía con su misma ironía criticando las costumbres sevillanas: «Sin tiempo de haber hecho la digestión de tanta emoción y tanta piel de gallina con la reina de San Gil, se produce otra invasión: hombres y mujeres con trajes de volantes, botos, batas canasteras y flores tremendamente tiesas incrustadas en los moños, además de bueyes, caballos y el simpecao sin falta». «Cohetes, coronas, tambores y cornetas, pétalos en las calles, arquitectura efímera… Cuanta devoción y cuanta metamorfosis urbana», se quejaba en otro de sus post.

En otra ocasión, en boca de una tal Justa, Muñoz esgrimía lo siguiente:

«Justa, con cara de extrañeza, le recuerda que esa forma de vivir y entender la ciudad no va con ella. Le recuerda asimismo que no se puede estar los 365 días del año con procesiones, ensayos de las mismas, traslados, rosarios, carretas, lunares y mucho, mucho tambor. ¡Qué manera más reducida de entender la vida!

Además, continúa Justa, me indigna ese matrimonio indivisible entre Iglesia (Católica, por supuesto) y Ayuntamiento que se manifiesta en tanto acto religioso donde los representantes de la sociedad civil comparten liturgia, misa y comunión de manera oficial en el desarrollo de sus obligaciones políticas».

También en boca de la misma Justa decía Muñoz esto:

«Justa se queda pensando que con la derecha en el gobierno de la ciudad hay que resignarse a tanto acto religioso (católico, por supuesto) y a tanto desfile metido en la agenda oficial.

Además, reflexiona, están intensificando al máximo todo lo concerniente a triduos, quinarios, presentación de carteles y todo aquello que suponga rendir pleitesía a la Santa Madre Iglesia (Católica, por supuesto)».

Por último, y en otro de los innumerables ejemplos que Muñoz da para mostrar su rechazo a la Feria y a la Semana Santa, decía que «da igual los recortes en los programas de atención a los colectivos vulnerables, da igual el no potenciar las estructuras de personal  de los servicios sociales o la eliminación del presupuesto de cooperación. Aquí lo importante es poner a los mayores de 65 a bailar con los Sotos y los Siempre Así y entre canción y canción que el Alcalde de muchos abrazos».