Muere un refugiado sirio en Alemania al explotarle la bomba con la que pretendía provocar una masacre

Se ha registrado una explosión junto a un restaurante en la ciudad de Ansbach, cerca de Nurenberg en la zona central de Alemania. Hasta el momento se ha confirmado una persona muerta y doce heridas. Según ha asegurado la alcaldesa de la localidad Carda Seidel ha asegurado que la explosión se ha producido por un artefacto explosivo, rechazando la primera versión que hablaba de un posible escape de gas. No está claro si se ha producido alguna explosión más -la principal ocurrió a las 22:12 horas-, pero lo cierto es que hasta el lugar se han desplazado múltiples efectivos policiales y el despliegue de medios es de gran escala. El ministro de Interior del lander de Baviera también ha asegurado que no se ha tratado de un accidente sino que las pruebas apuntan a una intencionalidad en el suceso.

Poco después se confirmaba que el muerto en la explosión de la bomba era el terrorista que la llevaba. Según las primeras investigaciones este individuo pretendía atentar contra un festival de música que se celebraba en un lugar cercano al restaurante. Se trataba de un sirio de 27 años a quien se había denegado el asilo en Alemania, y que estaba en tratamiento psiquiátrico. Dicho festival fue inmediatamente cancelado y todos los asistentes evacuados. Allí se encontraban 2.500 personas, lo que indica la magnitud de la masacre que el terrorista pretendía provocar. Al propio terrorista se le había prohibido entrar al festival.

Según han anunciado las autoridades se recibieron advertencias previas a la explosión, lo que es un patrón que no casa con las actuaciones habituales de los yihadistas.

El centro de la ciudad ha sido acordonado y las sirenas se escuchan a lo largo de la ciudad. La policía ha situado la central de operaciones en el ayuntamiento de la localidad de Ansbach.

Esta localidad se encuentra a unos 80 kilómetros de Würzburg, donde el pasado lunes un refugiado afgano de 17 años entró en un tren con un hacha hiriendo a tres personas al grito de «¡Allahu Akbar!» -Alá es grande-.