¿Se puede viajar gratis en avión durante cuatro años?
Viajar por todo el mundo sin tener que preocuparse por el dinero es uno de los sueños de muchos de los que leéis este blog (y también de las personas que lo hacemos, por supuesto). Eso de conocer los rincones del mundo todas las semanas, terminar un viaje y empezar el siguiente casi sin tiempo para asimilarlo, es un anhelo que ojalá podamos cumplir alguna vez en nuestra vida. Aunque sea sólo durante unas semanas… Viajar gratis es una aspiración que cualquier persona con inquietudes puede tener, otra cosa es llevarlo a cabo. Hay gente que lo ha conseguido, como el argentino que es protagonista de nuestra historia de hoy. Eso sí, no os recomendamos seguir su ejemplo. Podéis terminar entre rejas…
Todo se remonta a hace cuatro años, a 2012. Fue entonces cuando la compañía Aerolíneas Argentinas se percató de que uno de sus clientes, Martín Alejandro Fumarola, había estado viajando en avión de un lugar a otro sin pagar los billetes. Sus destinos habituales eran Córdoba, de donde es natural este argentino, Brasil e Italia, además de otras ciudades del interior de Argentina. En total este ciudadano había comprado unos treinta pasajes en cuatro años, para los que había empleado una cantidad cercana a los 2.000 dólares (unos 1.800 euros) que nunca llegó a pagar.
¿Y cuál era el modus operandi de este individuo para conseguir viajar gratis durante tanto tiempo sin que nadie se enterase? Fumarola adquiría los billetes de avión a través de la página web de la aerolínea con su nombre real, pero a la hora de pagarlos utilizaba datos de tarjetas de crédito de terceras personas sin que nadie se diera cuenta. Los dueños legítimos de estas tarjetas de crédito reclamaban a su banco cuando encontraban el cargo en sus cuentas y conseguían que su dinero fuera reembolsado, pero el viajero gorrón ya había conseguido su objetivo: viajar gratis. ¿Por qué? Porque siempre llevaba a cabo sus compras de madrugada aprovechando los festivos o en fines de semana (cuando había menos personal humano trabajando) y el día anterior a los vuelos.
Lo más curioso del asunto es que Aerolíneas Argentinas llegó a premiar a Martín Alejandro Fumarola otorgándole la categoría de pasajero platino por utilizar sus servicios de forma tan habitual, un reconocimiento que formaba parte del programa de pasajeros frecuentes de la compañía y gracias al cual pudo acumular bastantes puntos (puntos que posteriormente se pueden canjear por descuentos y regalos).
Pero llegó un día en que se descubrió todo el fraude. Después de cuatro años en los que los controles internos en Aerolíneas Argentinas eran escasos, la compañía cambió el sistema y desenmascaró al estafador. El pasajero gorrón fue denunciado y éste, al ver que le habían pillado, se presentó en la aerolínea para confesar sus delitos. Además de mostrar su arrepentimiento saldó la deuda que había contraído durante todo este tiempo, pero pidió que le fueran mantenidos los puntos que había acumulado con sus fraudulentos viajes gratis para no perder su privilegio como pasajero platino.
“El hombre fue a la empresa, reconoció su culpa y pagó tres veces el montante de su estafa”, ha explicado Carlos Rívolo, el fiscal que investiga el caso. “Puede decirse que la cantidad abonada por Martín Alejandro Fumarola retribuye los daños causados a Aerolíneas Argentinas durante todo este tiempo, pero al ser la aerolínea una empresa estatal el ministerio público lo seguirá juzgando por estafa al Estado”.
No sabemos cómo acabará la historia, pero nos imaginamos que Fumarola acabará en la cárcel y/o pagando una importante suma de dinero por viajar gratis. Y también nos ha venido a la memoria Atrápame si puedes, la película de 2002 dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Tom Hanks que narra una historia similar de ‘estafa de altos vuelos’.