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Rincón mágico en el norte de España: monasterio, puentes colgantes y un pueblo con encanto

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En España, la diversidad de pueblos es asombrosa, cada uno con su encanto y belleza particulares. La Costa Brava es famosa por sus paisajes costeros, pero Cataluña también alberga joyas del interior, como Áger, un pequeño municipio en la comarca de la Noguera, en Lérida. Este encantador pueblo se encuentra rodeado de montañas, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de disfrutar de múltiples rutas naturales que incluyen puentes colgantes y paredes verticales, perfectas para desconectar de la rutina. La historia de Áger se remonta a la época romana, aunque su auge ocurrió en la Edad Media, cuando se volvió estratégico durante la Reconquista.

Uno de los principales reclamos de Áger es su proximidad al impresionante Congost de Mont-Rebei, un desfiladero natural creado por el río Noguera Ribagorzana. El senderismo y el kayak son actividades populares aquí, con rutas que ofrecen vistas espectaculares. Además, Áger es reconocido como Destino Starlight, ideal para la observación de estrellas, gracias a sus cielos despejados y su baja contaminación lumínica. El Parque Astronómico del Montsec, cercano al pueblo, ofrece actividades educativas y noches de observación astronómica, brindando una experiencia inolvidable bajo el vasto cielo estrellado.

Áger, encanto medieval en Lérida

Áger, ubicada en la comarca de la Noguera, es una villa rica en patrimonio histórico y cultural. Su historia se remonta al neolítico y se ve reflejada en sus monumentos, como la Colegiata de Sant Pere, un impresionante conjunto románico y neogótico construido entre 1034 y 1047, promovido por Arnau Mir de Tost durante la Reconquista.

Junto a esta se alzan las ruinas del antiguo castillo, que se edificó sobre un castillo romano y árabe. Otro lugar notable es la Iglesia de Sant Vicenç, de una sola nave, que conserva un sarcófago romano del siglo III y un órgano barroco.

Además de su legado arquitectónico, Áger cuenta con la Vía Romana, un camino del siglo II que conectaba Balaguer con la zona, y ofrece una red de calles de trazado medieval. Las rutas de senderismo que rodean la villa son ideales para disfrutar de su entorno natural, así como las visitas guiadas al patrimonio local.

La combinación de historia, cultura y naturaleza hacen de Áger un destino fascinante para quienes buscan explorar la riqueza de la región.

Colegiata de Sant Pere de Áger

En lo alto de una colina en el valle de Áger se encuentra la Colegiata de Sant Pere, un destacado ejemplo del románico catalán. Su historia comienza con un castillo árabe, que fue conquistado en el siglo XI por Arnau Mir de Tost, quien estableció allí su residencia y ordenó la construcción de la iglesia.

El conjunto arquitectónico incluye elementos de diversos estilos, como la cripta románica y un claustro que fue reemplazado por otro gótico en el siglo XIV. Sin embargo, tras un periodo de esplendor, la canónica entró en decadencia en el siglo XV y fue secularizada en el XVI, sufriendo posteriormente daños por conflictos bélicos.

Historia

Áger se caracteriza por su patrimonio histórico y arquitectónico. La villa se alza sobre un cerro, donde se encuentran las ruinas de la Colegiata de Sant Pere y el antiguo castillo, mencionado por el cronista árabe al-‘Udrī en el siglo IX. El recinto urbano está reforzado por murallas y torres, siendo el recinto superior el que protege el castillo y la colegiata. A lo largo de los siglos, Áger ha sido un núcleo urbano significativo, gracias a los privilegios otorgados por los condes de Urgell y su importancia como centro político y religioso.

Entre sus monumentos destaca la Colegiata de Sant Pere, de origen románico, cuyas primeras construcciones datan entre los siglos XI y XIV. Aunque sufrió un periodo de decadencia, se han llevado a cabo diversas restauraciones. La Iglesia de Sant Vicenç, también de gran relevancia, fue unida a la de Sant Salvador en el siglo XIV, presentando un estilo neoclásico en sus últimas remodelaciones. Además, cerca del cementerio se encuentra el yacimiento arqueológico de la iglesia de Santa Coloma, considerada una de las más antiguas de la región, con una necrópolis que data desde el siglo VII.

Los pueblos más bonitos de Lérida

Lérida, situada en el noreste de España, es una provincia rica en historia, cultura y paisajes impresionantes. Entre sus pueblos más bonitos destaca Montblanc, conocido por su bien conservado casco antiguo que evoca un cuento medieval. Sus murallas y calles empedradas invitan a pasear, mientras que la iglesia de Santa María y el monasterio de Poblet, Patrimonio de la Humanidad, son atractivos imperdibles.

Otro pueblo destacado es Sort, famoso por su belleza natural y su proximidad a los Pirineos. Finalmente, Balaguer destaca por su patrimonio cultural, incluyendo la iglesia de Santa María y el castillo de los templarios, así como por su ambiente animado y festivales locales. Estos pueblos son una muestra de la belleza que Lérida tiene para ofrecer.