Viajes
Turismo interior

Adiós al Caminito del Rey: senderistas recomiendan esta ruta malagueña que hay que hacer una vez en la vida

El senderismo en la provincia de Málaga vive un auge innegable en los últimos años. Espacios naturales como el Caminito del Rey llamaron la atención nacional e internacional, con una afluencia de visitantes que obliga a reservar con antelación o asumir largas esperas. Pero claro, esta no es la única ruta malagueña que vale la pena de ser recorrida.

Y es que hay rutas malagueñas que, sin grandes campañas publicitarias como la recién mencionada, se han consolidado como referentes locales por su entorno, accesibilidad y recorrido circular.

¿Cuál es la ruta malagueña que hay que hacer por lo menos una vez en la vida?

Para responder esto nos trasladamos al municipio de Faraján, bien metido en la Serranía de Ronda, donde hay una propuesta que muchos vecinos realizan al menos una vez al año. Se trata de un itinerario señalizado que conecta el núcleo urbano con las cascadas conocidas como Las Chorreras de Balastar.

El recorrido presenta valor paisajístico e histórico, con pasos estrechos, acequias centenarias y estructuras hidráulicas que conservan la memoria agrícola de la zona. ¿Parece de película, no?

La ruta parte desde la plaza principal del pueblo, con acceso desde la calle principal. El sendero está acondicionado y cuenta con señalización clara. Su trazado circular permite recorrer unos cuatro kilómetros, divididos entre descenso, zona de río y subida final.

Cabe remarcar que en época de lluvias, es frecuente encontrar tramos resbaladizos, por lo que se recomienda llevar calzado técnico.

Entre los elementos destacables del recorrido se encuentra el paso junto a antiguos huertos, canalizaciones de agua y restos de un molino hidráulico de época musulmana. La bajada más pronunciada lleva directamente a las dos cascadas principales del arroyo Balastar, enclavadas en una zona abancalada y sombreada por un nogal.

Su duración estimada está entre la hora y media y 2 horas. Además, según reportan los usuarios, su dificultad es  moderada, con tramos empinados y resbaladizos

¿Qué se puede ver en esta ruta malagueña?

Uno de los elementos que aporta valor diferencial a esta ruta malagueña es la presencia de antiguas acequias que continúan transportando agua hacia los cultivos tradicionales. Estas estructuras forman parte de un sistema de regadío heredado de época andalusí, que sigue en funcionamiento en muchos bancales del municipio.

Junto a las cascadas principales, los restos de un molino aportan una capa más de interés. Esta construcción, aunque en ruinas, permite visualizar el modo en que el agua fue aprovechada históricamente para actividades agrícolas e industriales.

El itinerario transcurre en buena parte junto al arroyo, donde es posible observar biodiversidad característica de las zonas húmedas del interior malagueño. Entre las especies vegetales predominan los castaños, alcornoques y pinos, junto a árboles de ribera. En cuanto a la fauna, no es raro avistar aves propias de entornos fluviales, así como pequeños anfibios.

¿Cuáles son los otros puntos de acceso al sendero de Chorreras de Balastar y qué otros puntos de interés hay cerca?

Además del itinerario principal, existen otras rutas secundarias en la zona que permiten ampliar la caminata o conectar con otros enclaves del Alto Valle del Genal. Algunas de ellas conducen hasta el Romeral, donde se encuentran restos arqueológicos de época celta y romana, o hacia la Acequia de Chúcar, si se dispone de un vehículo todoterreno.

Otras opciones recomendadas:

Cómo llegar: la ruta está señalizada desde la plaza de la iglesia de Faraján. Se recomienda aparcar en la entrada del pueblo, evitando calles estrechas. Las coordenadas GPS para el inicio son 36.61707, -5.18748.

Servicios disponibles y recomendaciones para disfrutar al máximo esta ruta malagueña

Faraján dispone de opciones limitadas para comer y pernoctar, pero suficientes para quienes desean completar la experiencia sin salir del entorno rural. El restaurante Las Vistas del Valle es uno de los más conocidos, con platos basados en productos de la zona y vistas al valle.

También hay casas rurales como Casa Carmen, situadas en el núcleo urbano y orientadas al turismo de naturaleza.

Por último, nunca está demás algunos consejos prácticos: