Toros
San Isidro

Roca Rey gana el mano a mano cortando dos orejas contra Pablo Aguado que resultó herido

Por fin llegaba el día esperado, el cartel que más inquietud despertaba en la feria y con él la mejor entrada de lo que va de ciclo, unas 4.000 personas. Todos ansiosos para ver el enfrentamiento en el ruedo de los dos toreros emergentes: Andrés Roca Rey y Pablo Aguado ante toros de diferentes ganaderías.

Abrió el cartel Roca Rey, quien recibió al animal de la ganadería de Vegahermosa pegado a tablas luciéndose por medias verónicas. Uno de sus banderilleros, Juan José Domínguez, protagonizó una gran cogida. Roca continuó con la lidia del toro por estatuarios a pies juntos rematando por lo alto. El animal era escaso de fuerza y apenas embestía. Continuó en los medios con largos naturales toreando en redondo. El peruano consiguió arrancar las palmas en un comienzo tan frío de la tarde. Continuó con varias series por la mano derecha hasta que finalizó con una gran estocada. Se llevó una gran ovación.

El segundo de la tarde fue para el sevillano Pablo Aguado. Un toro de Jandilla. Lo toreó en los medios por verónicas y remató con chicuelinas. Le dedicó su faena al banderillero herido.

Tras varias tandas de muletazos, el animal perdió fuerza y a Aguado le fue imposible formar una faena ligada a pesar de dejar un buen sabor de boca con una buena serie de naturales. Pasó las de Caín con la espada y el descabello. Silencio tras dos avisos.

El tercero de Garcigrande resultó igual de complicado que los anteriores. Comenzó la faena Roca Rey por medias y chicuelinas. Tras medirlo en banderillas, el peruano brindó su faena al público.

Impresionó por cambiados en el centro, primero en pie y luego de hinojos inició una faena en la que por ambas manos ligó al toro, sobre todo por una diestra con la que llegó con fuerza arriba. Finalizó por circulares e impresionantes bernadinas. Su faena fue sensacional. Remató con un gran estoconazo. Se ganó con creces las dos orejas.

Salió Pablo Aguado con el cuarto también de la ganadería de Garcigrande, al que recibió en los medios con una gran serie de verónicas que levantó al público de sus asientos. Brindó al público el sevillano.

Toreó muy lento ganando el paso al animal. El empeño del toro de agarrarse al suelo dio al traste con la esperanza del sevillano, que tuvo que abreviar. Tras una gran estocada, se llevó la ovación del público.

El quinto de Nuñez del Cuvillo correspondió al peruano Roca Rey. Lo midió pegado a tablas por medias verónicas. Siguió por faroles pasados por las espalda que levantaron las palmas.

La protagonista del resto de su faena fue la derecha hasta conseguir poder torear en redondo en los medios arrastrando en la arena la muleta. Tras una buena tanda de naturales remató con una estocada en el sitio. Silencio.

Finalizó la tarde Pablo Aguado también de Núñez del Cuvillo. Tampoco pudo brillar porque el animal era escaso de fuerza. Aún así le sacó una buena serie de naturales. Finalizó su faena con una gran estocada y resultó herido penetrando en su muslo un pitón mientras caía el animal, emborronando así el ansiado mano a mano.

Ficha del festejo

Plaza de toros: Palacio de Vistalegre, Madrid. Séptima de la Feria de San Isidro. Unas 3.500 personas.

Toros de Vegahermosa, Garcigrande, Jandilla y Núñez del Cuvillo.

Andrés Roca Rey: ovación, dos orejas y silencio.
Pablo Aguado: silencio tras dos avisos, ovación y herido.