Toros

Javier Cortés sufre una grave cogida cuando entraba a matar en su primer toro en Linares

Javier Cortés, que fue corneado de gravedad por el primero, y Adrián de Torres, que resulto lesionado de la rodilla en el sexto, fueron la cruz de una tarde, primera de feria en Linares (Jaén), en la que el propio De Torres impactó por su toreo profundo y paseó tres orejas, por una que logró Tomás Campos.

Se inició la feria taurina de Linares, el ciclo más importante que se celebra en la provincia de Jaén. Un inicio que congregó un cuarto sobre el aforo permitido para ver un cartel de toreros jóvenes y de futuro en el que destacó sobre todo el local Adrián de Torres.

Se lidió una corrida de toros de la ganadería de Ana Romero, de encaste «santacoloma», animales, variados en cuanto a su pelaje, destacando los cárdenos, y, en cuanto a juego, hubo un poco de todo, con un primero muy complicado y dos -segundo y quinto- que fueron ovacionados en el arrastre.

Abrió la tarde el diestro madrileño Javier Cortés, que hacía su presentación en el coso de Santa Margarita.

Anduvo firme y entregado durante su actuación en el primero. Toro áspero y complicado, luciéndose en los lances de recibo y en el posterior quite por delantales. Con la muleta anduvo entregado, sin un paso atrás, consiguiendo meritorias series por ambos lados, aunque el animal fue desarrollando sentido y complicaciones.

Tenía cortada la oreja y se tiró a matar con rectitud, sufriendo un feo pitonazo en el pecho que lo derribó. En el suelo, el de Ana Romero lo buscó con celo y agresividad corneándole en el glúteo derecho, y lanzándole después por los aires en unos segundos interminables. Se levantó maltrecho siendo llevado rápidamente a la enfermería.

El local Adrián de Torres volvía al coso de su tierra después de ocho años sin hacerlo. Se le vio cómodo en todo momento, demostrando el gran momento por el que está atravesando. Motivado como nunca, con varios festejos ya toreados, se le vio manejando con soltura los engaños, demostrando tanto con capote como con la muleta la clase de toreo que atesora.

Al segundo de la tarde, primero de su lote, le enjaretó unas vistosas verónicas muy jaleadas por sus paisanos. El quite por chicuelinas con el compás abierto fueron extraordinarias, destacando la larga cordobesa de remate que puso la plaza en pie.

Faenón del linarense, parando los relojes en las series de muletazos. Pureza en los cites, siempre bien colocado, llevando muy toreado la noble embestida del animal. Largura y profundidad para levantar a un público que se frotaba las manos ante tan magna obra.

También con la derecha ligó las series de manera soberbia, sobrando la última, con el toro ya muy parado. Un pinchazo previo a la estocada y dos descabellos redujo premio reducido a una oreja.

Dos se llevó del quinto, un toro que no humilló y se quedaba corto en cada muletazo. Pureza de nuevo en los cites, firmeza y con los pies clavados en la arena para intentar llevar largo al animal. Mérito del torero, tirando al toro sin puntilla tras una gran estocada.

No pudo matar al último, que brindó a la cuadrilla de Javier Cortés. En un duro derrote del toro en la rodilla izquierda lo dejó sin movilidad. Antes de eso, de nuevo mostró sus credenciales con su toreo puro y entregado.

El diestro extremeño Tomás Campos también hizo el paseíllo desmonterado y demostró merecer mayor atención por parte de las empresas, pues ya con su primero fue silenciado después de hacer un toreo suave y templado a lo largo de una faena un tanto intermitente y malograda con los aceros.

En el quinto cortó una oreja tras una labor parecida, alternando momentos muy logrados con otros en los que quizás no estuviera tan acertado con la colocación y terrenos.

FICHA DEL FESTEJO

Toros de Ana Romero, bien presentados y de interesante juego dentro de la disparidad de comportamientos que hubo entre los seis astados. El más deslucido por complicado, el primero.

Javier Cortés, herido en el primero.

Adrián de Torres, silencio tras dos avisos en el que mató por Cortés, oreja tras aviso, dos orejas y lesionado en el sexto.

Tomás Campos, silencio tras aviso, oreja y silencio.

En la enfermería fue intervenido Javier Cortés de «cornada en el glúteo derecho con una trayectoria hacia abajo y con afectación del esfínter anal, de pronóstico grave»; y Adrián de Torres fue asistido, asimismo, de: «contusión en la rodilla izquierda, que no presenta síntomas graves a nivel de ligamentos, de pronóstico leve».

La plaza registró un cuarto de entrada dentro del aforo permitido.