Sucesos
Okupación

Los vecinos de El Cañaveral logran expulsar a los 12 okupas: «¡El barrio unido jamás será vencido!»

En menos de una semana los 12 okupas han sido desalojados de El Cañaveral

El madrileño barrio de El Cañaveral se unió contra los 12 okupas que entraron ilegalmente en un edificio en la Avenida Miguel Delibes y han ganado. En un tiempo récord, el problema se dio a conocer hace menos de una semana, los 12 okupas han abandonado las viviendas gracias a la fuerte presión vecinal y a la mediación de una empresa contra la okupación.

Los vecinos del edificio okupado hoy podrán dormir, por fin, tranquilos. Los últimos okupas que quedaban ya han entregado las llaves y harán la mudanza a lo largo del día. La protesta vecinal ha sido clave: los vecinos se movilizaron a través de grupos de Whatsapp y Telegram para manifestarse todas las tardes y presionar a los okupas.

La tensión y la presión hizo que la empresa propietaria del inmueble contratara el servicio de Servi-Okupas y ha logrado que en un par de días ya no quede ninguna vivienda okupada. El desalojo se ha producido de manera pacífica, pero la okupación ha dejado algún incidente. Primero la pelea que pudo grabar OKDIARIO en exclusiva entre un vecino y una okupa que acabó con el vecino detenido, y después que varios vecinos han encontrado sus coches con las ruedas pinchadas.

Los okupas defendieron que habían sido estafados, que ellos contactaron con una persona a través de portales como Idealista o Wallapop y que firmaron un contrato de alquiler. Muchos de ellos no tenían ese contrato y se negaban a enseñarlo a la Policía. Otros, como al que ha tenido acceso OKDIARIO, sí que lo mostraron, pero estaba plagado de errores, dejando claro que era un contrato fake.

Los okupas compraron las llaves y entraron a los pisos hace un par de semanas. El edificio es de nueva construcción, las primeras viviendas se alquilaron en mayo, y todavía hay muchas sin inquilinos. Es lo que aprovechó la mafia okupa para cambiar las cerraduras de los mejores pisos, los primeros con terraza y los áticos, para vender después las llaves.

Los vecinos no daban crédito a lo ocurrido. Se dieron cuenta de la okupación porque un okupa intentó entrar en uno de los pisos ya okupado previamente. Culpan a la inmobiliaria propietaria del edificio de no haber puesto la seguridad que se les prometió cuando entraron a vivir allí. Y ahora les vuelven a exigir que tomen medidas.

En un comunicado que han mandado a la compañía, exigen la contratación de un servicio de vigilancia 24/7, la implementación de una llave metálica para el uso del ascensor y la colocación de cámaras de vigilancia en todos los accesos al edificio, garaje y trasteros, entre otras. También que les descuenten o reembolsen en el precio del alquiler el coste de la alarma que han tenido que instalar tras las okpaciones.

Los okupas ya están fuera. Los vecinos han ganado. Y El Cañaveral ha mostrado que si se une nadie les vencerá.