Sucesos

Prisión provisional para el hombre que intentó agredir a su mujer con un taladro

El pasado domingo, un guardia civil en prácticas fuera de servicio detuvo a un hombre que trataba de agredir a su pareja con una broca de un taladro en la cabeza, en el distrito madrileño de Villaverde. El guardia civil se encontraba en la vía pública cuando, en un momento determinado, escuchó los gritos de auxilio de una mujer y observó a través de una ventana a una chica ensangrentada con un taladro en la cabeza junto a su hijo menor, terminando el suceso con la prisión provisional para el hombre que intentó agredir a su mujer con el citado taladro.

«Justo en ese momento salió un varón aporreando la puerta del portal y gritando que no quería saber nada de esa persona», ha relatado el agente que intervino en la agresión. Una vez en el exterior, consiguió retener al agresor hasta que llegaron los agentes de la Policía Nacional y procedieron a detenerle por tentativa de homicidio.

Prisión provisional

Esta mañana el juez del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 8 de Madrid, en funciones de guardia, ha acordado la prisión provisional comunicada y sin fianza para el hombre que intentó agredir a su pareja con un taladro, como se ha citado anteriormente. El mismo, que se acogió a su derecho constitucional a no declarar durante su comparecencia judicial, será investigado por un delito de homicidio en grado de tentativa.

Agredida con un taladro

La presunta agredida ha asegurado en una entrevista para Telemadrid, que su pareja le intentó agredir con la broca de un taladro en la cabeza tras discutir con ella. «Si no llega a ser por mi hijo y por el Guardia Civil que me ayudó, quizá no estaría aquí», ha asegurado. La mujer está destrozada emocionalmente y «muy devastada, porque no lo vi venir». «Sentí golpes y golpes, no veía, pero sentía todos los golpes y luego agarró y escuché el ruido del taladro, pero yo ya no lograba ver porque estaba bañada en sangre», ha afirmado.

El presunto agresor huyó de la casa con la intención de escapar, pero el guardia civil consiguió retenerle: «Comprobé que no tuviera armas ni nada y me quedé con él ahí, que no se moviera ni nada, hasta que llegaran los compañeros».