Sucesos

Prisión para el presunto asesino de Juana Canal

Prisión para el presunto asesino de Juana Canal. El juzgado número 3 de Ávila ha decretado prisión provisional para Jesús Pradeles acusado de asesinar a Juana Canal en 2003, cuando ambos convivían como pareja en un piso de Madrid.

El juez envía a prisión provisional, comunicada y sin fianaza, a Jesús Pradales por el presunto homicidio de Juana Canal en el ámbito de la violencia de género.

Jesús Pradales consiguió ocultar durante 19 años, desde febrero de 2003, el homicidio de su pareja Juana Canal. Los hechos sucedieron el día 21 de febrero cuando ambos discutieron en su piso del distrito madrileño de Ciudad Lineal. Juana llamó a la Policía porque Jesús la había agredido, pero los agentes que acudieron terminaron marchándose. Al día siguiente Juana había desaparecido y Jesús había dejado una nota manuscrita diciendo que la mujer se marchó tras una discusión y él había salido a buscarla. La Policía interrogó a Jesus y registró su coche, después la investigación durmió en un cajón hasta el año 2019.

Ese año, unos senderistas hallaron el cráneo y otros restos de Juana en un paraje de Ávila, junto a una finca propiedad de la familia de Jesús. Los hombres de la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) Central de la Policía Nacional, resucitaron la investigación a la que se sumó la Guardia Civil. Tras el hallazgo de nuevos restos óseos de Juana el pasado verano, la juez ordenó pinchar el teléfono del sospechoso sin resultados vitales para el caso, y finalmente ordenó  su detención este miércoles 26 de octubre.

Tras aguantar 19 años el sospechoso se derrumbó en menos de 24 horas. La mañana del jueves confesó  parcialmente los hechos ante la Policía. Dijo que se encontró a Juana muerta en el piso y presa del miedo desmembró el cadáver, lo metió en su taxi, y la enterró en Ávila. Ya por la tarde, la Guardia Civil halló más restos óseos que podrían ser de Juana, y a última hora de la noche, Jesús amplió su declaración. Esta vez, sí confesó que en 2003 cuando los policías se fueron de la vivienda, mató a Juana a golpes, la descuartizó en el baño y la enterró en Ávila. Luego rehizo su vida, vendió su taxi, se casó en menos de seis meses y  y dejó pasar casi dos décadas ocultando el terrible crimen.

Ahora está en prisión, acusado de homicidio aunque su calificación se podría agravar si la Policía y la Guardia Civil consiguen obtener pruebas de los restos óseos de Juana y los registros en los escenarios del crimen que permitan acusarle de asesinato. De momento, continúa la búsqueda en el paraje de Ávila después de hallar una última tanda de restos óseos de apariencia humana en la tarde de ayer.