Sucesos
MADRID

Un hombre colombiano herido en un tiroteo por ajuste de cuentas en Ciudad Lineal (Madrid)

Ningún disparo alcanzó a la víctima del tiroteo que sí resultó herida de dos culatazos en la cabeza

Un patrulla de la comisaría de la Policía Nacional del distrito de Ciudad Lineal localiza a la víctima y la auxilia

Un hombre de origen latinoamericano ha resultado herido de consideración en un nuevo tiroteo por ajuste de cuentas en Madrid, en el barrio de Ciudad Lineal, entre dos inmigrantes latinoamericanos. El suceso ha tenido lugar pasadas las 16:00 horas en un parque en la confluencia de las calles Torrelaguna con Cidamón, y ante una decena de testigos entre los que ha cundido el miedo tras escuchar los disparos.

Según el testimonio de los vecinos, el agresor se ha acercado a la víctima, a la que conocía de antemano, y tras una breve discusión ha abierto fuego contra el otro hombre.  Antes de huir el tirador le ha dado dos culatazos con la pistola a la víctima en la cabeza.  El herido en el tiroteo, un hombre de origen colombiano, ha tenido la inmensa suerte de no ser alcanzado por las balas.

La víctima de este nuevo tiroteo en Madrid ha conseguido huir en dirección a un hospital próximo. Un equipo de SAMUR-Protección Civil le ha encontrado en la calle, sangrando abundantemente por la cabeza y le ha prestado los primeros auxilios. El hombre había sufrido dos fuertes golpes en la cabeza que le habían producido dos heridas inciso-contusas de gravedad.

En el lugar de los hechos, la Policía Científica ha recogido media docena de casquillos de arma de fuego. De momento, la hipótesis de este último tiroteo en Madrid es que se trata de un nuevo ajuste de cuentas.

mujeres liberadas

Sólo han pasado unas semanas de la última operación policial en el mismo distrito de Madrid, cuando agentes de la Policía Nacional desarticularon  una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos y la prostitución. Los policías liberaron a siete mujeres a las que obligaban a trabajar sin descanso obligándolas a introducirse esponjas en la vagina en la época de su menstruación para que siguieran atendiendo a la clientela.

La red de prostitución contaban con cámaras de seguridad para vigilar a las mujeres incluso en las áreas de descanso de las vivienda que usaban como prostíbulo. Estas cámaras eran utilizadas también para enviar reprimendas a través de un altavoz cuando tardaban en realizar un servicio por estar enfermas o cualquier otro motivo.

Sus condiciones laborales en esos pisos donde las explotaban eran infrahumanas. Las habitaciones no tenían ventilación, no las dejaban encender la calefacción salvo en las zonas destinadas a los servicios sexuales e incluso sufrían plagas de cucarachas.

En esas condiciones, las víctimas eran obligadas a trabajar las 24 horas del día sin interrupción sin opción de rechazar ningún servicio o práctica sexual concreta. Asimismo cuando estaban con la menstruación, tenían que introducirse una esponja en la vagina para poder continuar con las relaciones sexuales sin que los clientes se diesen cuenta. En caso de estar todas las estancias ocupadas las obligaban a realizar el servicio en los baños o en la cocina.