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Detenido el hombre que huyó tras la muerte de una prostituta en un piso burdel de Madrid

El detenido contaba con varios antecedentes por delitos contra el patrimonio

La Policía Nacional ha detenido al hombre que huyó de un piso burdel el pasado 15 de octubre tras la muerte de Ana, una prostituta boliviana de 45 años. Se trata de un varón de 36 años nacido en Guinea Ecuatorial al que los agentes arrestaron el pasado viernes cuando escapaba de una pensión de Tirso de Molina, en Madrid.

El detenido, cuyo nombre se desconoce, está acusado de un delito de estafa y también se podría enfrentar a un delito de homicidio, ya que la mujer fue encontrada sin vida en la habitación junto a los restos de varios narcóticos.

La Policía ha logrado dar con él gracias que las compañeras de la mujer fallecida declararon, tras ser atendidas por una psicóloga del SUMMA 112, que vieron salir corriendo a un «hombre de raza negra» tras oír un ruido muy fuerte en la habitación donde luego encontraron el cadáver de la meretriz. Asimismo, explicaron que Ana les contó que había pasado la noche anterior con el arrestado en un hotel del centro de Madrid y, además, el hombre le compró un bolso valorado en 600 euros en El Corte Inglés de Callao.

Una vez los agentes revisaron las cámaras de seguridad del centro comercial, pudieron observar que el hombre pagó con una tarjeta de crédito que resultó ser robada y que estaba a nombre de una mujer a la que usurparon el bolso con su documentación durante la pasada primavera.

Gracias a nuevas investigaciones sobre la documentación empleada para abrir la cuenta bancaria, las autoridades consiguieron al sospechoso, que cuenta con antecedentes por delitos contra el patrimonio. Por el momento, el varón ya ha pasado a disposición judicial.

La mujer murió por sobredosis

La mujer habría fallecido por el consumo de sustancias estupefacientes, según fuentes policiales y el resultado preliminar de la autopsia practicada al cadáver de la víctima.

Esto es debido a que, al no presentar signos evidentes de violencia, ni por arma blanca ni de fuego, la Policía decidió esperar a la autopsia para encaminar la investigación, dando como resultado una aparente sobredosis. Por su parte, los agentes no han autorizado ni la incineración del cuerpo, ni que el cuerpo de Ana vuelva a su país de origen, donde viven sus dos hijas.