CATALUÑA

Las claves del terrible ‘crimen de la guardia urbana’, la historia real tras la nueva serie de Netflix

crimen guardia urbana, Rosa Peral,

La truculenta historia real que ha inspirado El cuerpo en llamas, la serie española que acaba de debutar horas en Netflix, supera con creces la ficción. Los periodistas bautizamos el caso como el crimen de la guardia urbana, una historia verídica salpicada de mentiras, sexo y armas, dentro del cuerpo policial de la ciudad de Barcelona, que terminó con más de veinte años de cárcel para cada uno de los asesinos.

El caso arrancó en con el hallazgo del cadáver de Pedro Rodríguez, un policía de la Guardia Urbana de Barcelona, en el maletero de un coche calcinado en el pantano de Foix el 4 de mayo de 2017.  Meses después, los investigadores de los Mossos d’Esquadra descubrieron el triángulo amoroso que mantenían la víctima, su pareja Rosa Peral y el amante de ella, Albert López. Los tres, agentes del mismo cuerpo policial.

Los Mossos tardaron poco más de una semana en detener a los policías Rosa y Albert. Sus teléfonos móviles les delataron: Rosa y Albert hablaron por teléfono, con una tarjeta prepago, la noche del crimen, y a partir de ahí durmieron juntos en la casa en la que vivía Rosa y sus dos hijas con la víctima, hasta que se descubrió el cadáver.

Las niñas fueron las únicas testigos del crimen y lo que vieron se lo contaron a la actual pareja del ex marido de Rosa y ésta a la Policía. Las menores vieron discutir a su madre con Pedro, luego vieron a Rosa bajarlo por las escaleras medio drogado. Finalmente, observaron a su madre llena de sangre. La autopsia de los restos señaló que probablemente fue estrangulado, y los investigadores sospechan que antes lo envenenaron.

Rosa y Albert, cuenta la sentencia del crimen de la guardia urbana, metieron el cadáver de Pedro en el maletero de su propio coche y lo quemaron junto al pantano de Foix tras intentar descuartizar el cuerpo. Un vecino escuchó una motosierra y los Mossos encontraron manchas de sangre en una pared recién repintada y en el suelo del sótano de la casa. El sofá del salón desapareció. La investigación descubrió que tras el crimen la pareja estuvo buscando en internet cómo deshacerse del mueble.

A continuación, los homicidas comenzaron a preparar su coartada. Rosa se mandó un mensaje de Pedro a su móvil cuando el primero ya estaba muerto. La mujer también convenció a su padre para que declarara que al día siguiente había visto a Pedro con vida.

Después, los asesinos fueron en coche hasta la casa del exmarido de Rosa con el teléfono de Pedro encendido. Rosa sabía dónde vivía su exmarido porque días antes había contratado un detective para averiguarlo. El plan era incriminarle con el posicionamiento del aparato, para simular que había ido a ver al exmarido y este lo había matado, ya que se tenían una relación de enfrentamiento. El engaño no salió bien porque el exmarido de Rosa pudo demostrar que esa noche no estaba en casa.

Los Mossos d’Esquadra descubrieron ésto y mucho más, deteniendo a Rosa y Albert diez días después del crimen. Ambos admitieron su participación en los hechos y en el viaje al pantano para quemar el cuerpo de Pedro pero cada uno le echó la culpa al otro del crimen sin confesar la verdad de cómo murió Pedro.

Rosa dijo que la noche del asesinato de Pedro su novio Albert llegó a casa encapuchado y con un hacha. La encerró en el piso de arriba junto con sus hijas y sólo escuchó una serie de golpes. Cuando Albert la dejó salir, la obligó a limpiar con lejía toda la planta baja y la amenazó con matarla a ella y a sus hijas si contaba lo que había pasado. Rosa insistió en que por ese motivo nunca denunció a Albert, aunque los Mossos descubrieron que pudo huir y denunciarlo en los periodos de tiempo en que Albert no estaba en casa tras el crimen. Además, ambos no pararon de mandarse mensajes y llamarse, además de convivir bajo el mismo techo tras el asesinato. Albert dijo que fue Rosa la que le llamó para que le ayudara a deshacerse del cuerpo de Pedro.

Los dos condenados nunca explicaron el móvil del crimen. Los investigadores tienen varias hipótesis. La principal es que Pedro había descubierto la enésima infidelidad de Rosa con Albert, esa noche iba a abandonarla y discutieron. La otra hipótesis se resume en que Albert, sólo o de acuerdo con Rosa, quería matar a Pedro para convivir con la mujer.

La tercera hipótesis sobre el crimen de la guardia urbana todavía es más truculenta. Los Mossos no descartan que Pedro hubiera amenazado a Rosa con desvelar el secreto que la mujer compartía con Albert. Barajan la posibilidad de que ambos, cuando patrullaban juntos en el año 2014 en Montjuic, empujaran a un mantero que murió al caer por un terraplén. Un caso, éste último, que aún se investiga.

Desde entonces Rosa ha hecho lo imposible por impedir la emisión de la serie El cuerpo en llamasHace unos días que la Justicia rechazó su último intento. Ahora, la que fuera miembro de la Guardia Urbana ha pedido que la serie le pague su sueldo en prisión.

Lo último en Sucesos

Últimas noticias