Tu coche tiene una trampilla oculta y sirve para esto

¿Sabes por cuántas piezas está compuesto un coche? Carglass calcula que entre 70.000 y 90.000, según la marca y el modelo. Por este motivo, por más años que tenga tu coche, hay una trampilla oculta de la que ni siquiera conocías su existencia: el gancho de arrastre. Presta mucha atención, porque podría sacarte de un apuro.

¿Qué es el gancho de arrastre y para qué sirve?

Tal y como su propio nombre indica, es un accesorio que se utiliza para que el vehículo pueda ser remolcado en caso de accidente o avería. La herramienta se engancha al coche mediante un punto de anclaje situado en la parte frontal o posterior del coche.

Ahora bien, para acceder al punto de anclaje es necesario presionar una trampilla situada en la carrocería del coche. Este punto de enganche puede resultar muy útil para retirar de la carretera un coche averiado antes de que llegue el servicio de asistencia si, por ejemplo, está obstaculizando el tráfico.

Para poder hacerlo, es necesario tener la pieza a con la que hay que acoplar el coche que va a ser arrastrado y, por supuesto, una cuerda para unir ambos coches. Sin embargo, lo más común es que el gancho de arrastre no se utilice para ser remolcado, sino para remolcar una embarcación o una motocicleta, por ejemplo.

Partes

Cuando el gancho de arrastre se instala en la parte posterior del coche para arrastrar una caravana o un remolque, se compone de dos partes. La primera está formada por varios soportes atornillados a la carrocería del vehículo. La segunda parte es la que se usa de soporte para acoplar el remolque.

Normas

Cabe señalar la importancia de que la instalación de este accesorio la hagan profesionales, ya que el gancho de arrastre se tiene que instalar siguiendo las especificaciones del fabricante. Además, una vez instalado, tiene que someterse a una inspección técnica de forma periódica.

El valor del catalizador

Desde hace varios años, se han disparado los casos de robos de catalizadores que se venden en el mercado negro para obtener paladio, platino y cromo, tres metales preciosos muy cotizados. El catalizador es un panel de cerámica con un recubrimiento de metales preciosos.

Los ladrones utilizan una herramienta específica para retirar este dispositivo, aunque también hay quienes lo arrancan de un tirón atando una cadena a otro coche. El precio de los metales preciosos está sometido a grandes fluctuaciones, pero se pueden obtener hasta 100 euros por catalizador en el mercado negro.