Sociedad
'MasterChef Celebrity'

Todas las polémicas de Pelayo Díaz: de su conflicto con Marina Rivers a la historia de su perro

Pelayo Díaz está concursando en un famoso programa de TVE

El estilista se ha enfrentado a Marina Rivers y las redes han ardido en su contra

Pelayo intentó que despidieran a una trabajadora que critió su estilismo

El paso de Pelayo Díaz por el mundo de la moda, la televisión y las redes sociales no ha estado exento de controversias. El estilista actualmente está participando en ‘MasterChef Celebrity’ y ha protagonizado varios episodios que han generado críticas. Sus comentarios hacia compañeros de reality, decisiones personales como aceptar un perro como obsequio de una marca y un desencuentro con una trabajadora de una conocida tienda de ropa, han marcado su trayectoria mediática.

La presencia de Pelayo Díaz en ‘MasterChef Celebrity’ ha puesto nuevamente su figura en el centro del debate. Lo que parecía una competición culinaria sin grandes sobresaltos se ha convertido en un escenario de tensión, especialmente por el choque con su compañera Marina Rivers, una joven influencer con una sólida base de seguidores. La fricción entre ambos no ha pasado desapercibida y muchos espectadores del programa se han posicionado claramente en defensa de la joven.

Así ha comenzado su conflicto con Marina Rivers

Todo comenzó con un comentario que Pelayo realizó desde el balcón del plató durante una prueba en la que Marina se enfrentaba a la eliminación. La influencer, que en ese momento estaba pasando apuros con una receta, se quemó accidentalmente con un material de cocina. Lejos de ofrecerle palabras de aliento, Pelayo optó por un tono sarcástico que fue percibido como poco solidario. «Pues cari, en tu casa no te quemas. Ahí en esa casa que te acabas de comprar, vas a comer pizza todos los días», dijo entre risas, acompañado por Hiba Abouk. Este comentario desató una ola de críticas en las redes sociales, donde muchos consideraron que el diseñador estaba ridiculizando a Marina.

Sin embargo, este no fue el único episodio tenso entre ellos. Durante otro momento del programa, Marina compartió una anécdota personal que rápidamente se convirtió en objeto de controversia. Hablando de su familia, la joven comentó que había sido criada bajo la filosofía de la «cofradía del puño cerrado», lo que en su caso se traducía en una fuerte disciplina para ahorrar. Gracias a esta mentalidad, Marina logró comprarse una casa a la temprana edad de 22 años, un logro que muchos de sus seguidores admiraron. Pero la reacción de Pelayo, con gestos faciales que dejaban claro su desacuerdo, generó malestar en una parte de la audiencia.

Marina Rivers en un evento. (Foto: Gtres)

Ante el aluvión de críticas, Pelayo se defendió asegurando que todo lo que se había visto estaba «fuera de contexto». Según explicó a través de declaraciones compartidas por el periodista Javi de Hoyos, lo que realmente ocurrió en el set de ‘MasterChef’ era parte de una dinámica de competición. «Es un concurso donde uno debe eliminar a otro. Si se observa un fragmento aislado, puede parecer chocante, pero no refleja la realidad completa», afirmó el estilista.

¿Qué pasó con el perro que le regalaron a Pelayo Díaz?

Otra de las polémicas más sonadas que ha rodeado a Pelayo Díaz fue cuando compartió con sus seguidores en redes sociales el último regalo que había recibido de una marca: un cachorro de raza Pomerania. Lo que en principio parecía un gesto simpático pronto se convirtió en un escándalo cuando se reveló que el animal había sido enviado a su domicilio mediante una empresa de mensajería. Las críticas no tardaron en llegar y muchos se mostraron indignados por el hecho de que un ser vivo fuera tratado como un simple objeto de lujo.

Pelayo explicó que, desde hacía tiempo, tanto él como su entonces marido, Andy McDougall, deseaban tener una mascota. Durante el confinamiento por la pandemia, una firma les ofreció un cachorro de manera gratuita a cambio de publicidad para el criadero. Este lugar, especializado en perros de razas pequeñas y de lujo, envió el perrito en un paquete urgente a través de la empresa de mensajería MRW, lo que generó un amplio rechazo en redes sociales. Las críticas se centraron en el hecho de que los animales no deberían ser enviados como si fuesen productos comerciales, especialmente en un contexto de marketing.

El criadero, conocido como Luxury Toy Puppies, aprovechó la influencia de Pelayo para promocionar sus servicios. A cambio, el estilista se comprometió a dar visibilidad a la empresa en sus redes sociales, lo que añadió aún más leña al fuego. Los comentarios negativos se multiplicaron, con muchos seguidores acusando al estilista de promover un negocio que cosificaba a los animales.

El problema con la empleada de Stradivarius

No todas las polémicas de Pelayo Díaz han estado relacionadas con su vida personal o su paso por realities televisivos. En una ocasión, un simple comentario en Twitter dio pie a una situación que escaló rápidamente, generando revuelo en redes sociales y tensión con una trabajadora de Stradivarius. Todo comenzó cuando una community manager de la marca compartió, desde su cuenta personal, una crítica a uno de los looks de Pelayo.

El estilista había publicado una fotografía en la que aparecía con un ajustado atuendo que no dejó indiferente a nadie. La crítica de la trabajadora fue escueta pero clara: un rotundo «NO» acompañado de la imagen del diseñador. En la fotografía, los ajustados calzoncillos de Pelayo dejaban al descubierto sus genitales, algo que provocó risas y comentarios en redes sociales. Sin embargo, el estilista no se tomó bien la broma y decidió responder de manera pública y contundente, exigiendo que la empresa tomara medidas.

La petición del influencer para que la empleada fuera despedida fue vista por muchos como una reacción desproporcionada y generó una ola de solidaridad hacia la trabajadora. Aunque el estilista defendió que se trataba de una falta de respeto hacia su imagen personal, la mayoría de los internautas consideraron que su actitud había sido excesiva. Finalmente, el incidente quedó en una anécdota más dentro de la larga lista de controversias que rodean a Pelayo Díaz.