DGT

El sistema de matriculación actual llega a su fin. Nervios en la DGT con su última locura

Una serie de matrículas de varios países.
Las matrículas opacas son de gran utilidad para la administración.
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Hay nervios en la DGT ante la llegada del fin del sistema de matriculación actual que busca una alternativa que solucione un problema que era previsible. La actual numeración de las matrículas españolas empezó en septiembre del año 2000, por aquel entonces España abrazaba la Unión Europea, llegaba el euro y todo cambiaba. Casi 23 años después se ha llegado a un punto que preocupa a los especialistas y no tiene retorno. La DGT prepara una contraofensiva para un hecho que es previsible.

DGT: El sistema actual de matriculación llega a su fin

La entrada total de España a la Unión Europea supuso también el cambio en unas matrículas que llegaban de lejos. Antes de este año 2000 sabíamos de dónde era el coche por las primeras letras de la matrícula. Entonces debía ser la letra o letras de la provincia dependiendo si estaba o no repetida.

Después venían 4 números, para finalmente dos letras más. Inicialmente, había solo una letra o ninguna, pero a medida que los números se fueron ocupando se cambió. El secreto de toda matrícula es que jamás puede repetirse, es totalmente única, por lo que el sistema tiene un límite.

La DGT aceptó las nuevas matrículas que acababan con la denominación provincial y tenían solo los 4 números y una combinación de letras que excluía la Ñ, CH, LL o las vocales para que de esta manera se fuera siguiendo una serie como venía marcando la Unión Europea.

Nada más empezar con el número 1 de esta serie se tenía claro que era limitada. Es decir, supondría una combinación de números y cifras que es finita. Por lo que, el reto de la DGT consiste en cómo continuará las matrículas cuando se terminen todos los números. Ya vamos por la M, queda la recta final de un abecedario y de una combinación de letras que ya se enfrenta a un momento que puede cambiarlo todo.

Entre las propuestas que hay sobre la mesa es hacer algo que ya se ha hecho en el pasado, poner una cuarta letra por detrás. De esta manera se contará con más tiempo, sabiendo igualmente que las letras y los números se terminarán a medida que los nuevos coches vayan llegando a las carreteras españolas. Nos guste o no, todo tiene su principio y también final.

 

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