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Es de origen árabe y ha conquistado a Leonor: el restaurante barato que ha visitado la princesa

La princesa Leonor se ha convertido en una persona muy seguida a nivel internacional

La heredera de la Corona está a punto de comenzar sus vacaciones de verano

La princesa ha disfrutado de la oferta gastronómica del restaurante Oasis

A lo largo de su formación militar, la princesa Leonor ha protagonizado numerosos actos institucionales y ejercicios estratégicos que forman parte de su preparación como futura jefa de Estado. No obstante, en una reciente escala técnica en la ciudad autónoma de Ceuta, la heredera ha sorprendido por un gesto sencillo y espontáneo que ha traspasado los rigores del protocolo. Durante su estancia en la zona, y en uno de sus escasos momentos de respiro, decidió descubrir por sí misma un pequeño enclave gastronómico profundamente enraizado en la tradición árabe local. En LOOK hemos explicado con detalle todo lo que necesitas saber de esta etapa y ahora presentamos una nueva curiosidad.

Lejos de los entornos de etiqueta y los banquetes oficiales, la primogénita de los Reyes ha optado por una vivencia mucho más cercana y auténtica: adentrarse en un restaurante con más de cinco décadas de historia que, pese a su prestigio, mantiene una carta asequible, una estética sencilla y un carácter profundamente ligado a la identidad cultural de la región. Este gesto ha resonado con fuerza entre quienes valoran la sencillez y el aprecio por la tradición popular.

La visita de la princesa a Ceuta formó parte de las maniobras navales a bordo de la fragata Blas de Lezo, enmarcadas en su periodo formativo como dama cadete de la Armada. En apenas 48 horas, su agenda combinó compromisos institucionales con instantes de descubrimiento personal. Fue precisamente en este contexto donde tuvo lugar su inesperado acercamiento a la cocina local, que se concretó en una visita al restaurante Oasis, uno de los establecimientos más simbólicos del norte de África español.

El restaurante que ha conquistado a Leonor

Situado en un punto elevado del monte Hacho, en las inmediaciones de una antigua fortificación bizantina y rodeado de vegetación autóctona, el Oasis no es solo un lugar donde comer, sino una experiencia sensorial completa. Desde sus ventanales, se divisan tanto la costa ceutí como el Peñón de Gibraltar, conformando un paisaje natural y estratégico que recuerda los vínculos históricos entre Europa y África. No es de extrañar que el enclave haya sido tradicionalmente asociado a leyendas como la de las Columnas de Hércules.

El restaurante Oasis no es fruto de una moda pasajera, ni responde a tendencias culinarias de última hora. Abrió sus puertas en 1971 como una casa de té impulsada por el periodista Ramón Pouso y su esposa, Malika, quien aún hoy continúa al frente de sus fogones. Con el paso del tiempo, el local fue ampliando su carta y ganando reputación, hasta consolidarse como un templo de la gastronomía árabe tradicional. La filosofía del lugar se ha mantenido intacta: cocina casera, ingredientes frescos y recetas ancestrales.

Un enclave muy conocido en la zona

Lo que comenzó siendo un punto de encuentro modesto, frecuentado por vecinos y curiosos, se ha convertido con los años en una referencia obligada para quienes buscan autenticidad. Y aunque han pasado más de cinco décadas desde su fundación, el restaurante no ha perdido su esencia original: sigue siendo un lugar sencillo, donde el paisaje se convierte en parte del menú, y donde cada plato es una celebración del mestizaje cultural que caracteriza a Ceuta.

Lo que más sorprende al visitante que se adentra por primera vez en el Oasis no es sólo su ambiente acogedor ni su privilegiada ubicación, sino la accesibilidad de su carta. En una época en la que la gastronomía de calidad parece reservada a bolsillos selectos, el establecimiento se distingue por ofrecer elaboraciones complejas y sabrosas a precios que invitan a repetir.

¿Cómo es la oferta de este restaurante?

La carta incluye una amplia variedad de entrantes de inspiración magrebí, como ensaladas de arroz estilo saudí o preparaciones cítricas con naranja y especias al modo libanés, ambas por debajo de los ocho euros. Las sopas, como la de Ramadán o la espesa Albaisara, elaboradas con habas secas y comino, también se mantienen en franjas de precio notablemente asequibles, en torno a los seis euros.

Pero si hay un apartado que destaca especialmente, es el de los platos principales. Las opciones marinas van desde un cazón preparado en tajín por apenas doce euros hasta el pargo al estilo Fez o las sardinas condimentadas con especias morunas, por no más de trece euros. En el terreno de las carnes, se ofrecen piezas como el chuletón de cordero a diez euros, kefta en salsa especiada a doce, o cuscús con diferentes acompañamientos por cifras que rara vez superan los 14 euros.

Además, el restaurante ha sabido conservar una fórmula que escasea en la restauración moderna: el pincho individual a precio simbólico. Por 1.60 euros, se puede degustar un pinchito de cordero o carne picada, recién salido de la parrilla, como si se tratase de un bocado callejero en pleno zoco marroquí.

Visitar el Oasis no es simplemente compartir mesa en un local con vistas, sino acercarse a una forma de entender la vida ligada al mestizaje, la tradición y la convivencia. Que la princesa Leonor haya compartido la experiencia es un gesto que muchos han interpretado como una forma de acercamiento cultural y respeto hacia el tejido humano que conforma esta ciudad única.