Sociedad

La Guardia Civil centra en siete kilómetros los últimos movimientos de Diana Quer

Casi cincuenta días sin respuestas. Es el tiempo transcurrido desde la noche en la que Diana Quer fue vista por última vez abandonando las fiestas de A Pobra do Caramiñal. Sin testigos directos del inicio del suceso, sin más datos que los que ofrezca la tecnología y el olfato de los investigadores. La coordinación y el reparto de funciones están siendo la clave para despejar las incógnitas que genera la desaparición de la joven. Aislados del ruido mediático y de las suspicacias y rumores que en principio despertaron los progenitores de la chica, los investigadores han ido trazando el mapa horario y geográfico del caso en el que confían para resolverlo.

Ese mapa tiene un punto central de siete kilómetros de radio, la cobertura del repetidor de telefonía móvil de Taragoña, el último que captó la señal del teléfono de Diana. Su móvil tuvo una actividad irregular durante aproximadamente 77 minutos, durante los cuales el repetidor no fue capaz de conectar con el móvil. Cuando lo hizo, a las 4.13 minutos, el teléfono se apagó definitivamente.

Sabíamos que desde que Diana envía su último mensaje de whatsapp a a las 2.42 en la zona de cobertura del repetidor de A Pobra, su teléfono móvil no vuelve a ser captado hasta pasados 13,53 minutos en Taragoña (a casi 20 Km). Esto hacía imposible que le diese tiempo de llegar a su casa y cambiarse de ropa, como apuntó su madre en una de sus primeras comparecencias. Después de esos temerosos mensajes de whatsapp con su amigo de Madrid -el último es el de “morena ven aquí”- Diana ya no lee nada más. Aunque él le responde un minuto después y aún está en A Pobra (lo recoge este repetidor), la joven no llega a abrirlo.

Según ha podido saber OKDIARIO, cuando Diana Quer ya está en la zona de influencia del repetidor de Taragoña, este vuelve a intentar sincronizar con su teléfono al menos dos veces sin lograrlo, es decir, estaba fuera de cobertura a partir de las 2.56 de la madrugada. Los expertos consultados explican que eso se puede producir si hay árboles muy frondosos, grandes rocas, el techado de una nave o un furgón, por ejemplo, lo que explicaría la desaparición de la señal y la nueva recuperación a las 4.13 de la madrugada. A partir de ese momento se apaga definitivamente. Esas conexiones periódicas de los repetidores (en frecuencias de entre cinco y diez minutos) consumen mucha batería y a la joven se le estaba agotando desde la una y media, según contó su madre.

A pesar de la amplitud del paraguas de cobertura del repetidor de Taragoña, cerca de 7.000 metros de radio, estos aparatos son capaces de determinar la orientación y la distancia del móvil con el que se enlazan en función de la ventana (VTR) en la que entran y la potencia con que lo hace. El estudio de estos datos permite a la Guardia Civil estrechar el círculo tanto del teléfono de Diana Quer como los de otras personas que estuvieron con ella en el mismo lugar y a esa misma hora.