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Mad Men celebra hoy su décimo aniversario como serie de culto

Parece mentira, pero Don Draper y los suyos desembarcaron en la pequeña pantalla hace ya una década. Diez años de éxitos y halagos que han convertido la serie de AMC en un hito de la historia de la televisión. Sus dieciséis premios Emmy avalan dicha trayectoria, encumbrada además por cuatro Globos de Oro adicionales. A lo largo de sus siete temporadas, la agencia de publicidad más importante de la ficción mostró a la audiencia una industria desconocida por todos hasta la fecha. Los entresijos de una profesión de la que todos formamos parte y que incrementó su popularidad gracias a la visión que Mad Men ofrecía de ella. ¿Quién no ha querido alguna vez ponerse en la piel de los protagonistas?

Los personajes femeninos son las auténticas protagonistas de la serie.

Ambientada en el Nueva York de los años 60, la producción encabezada por Jon Hamm fue durante años un sinónimo de perfección. La banda sonora, el vestuario, la magistral interpretación del elenco, las referencias a la cultura de la época o una cuidada ambientación de los decorados son solo algunos de los factores que influyeron en el triunfo de la serie. Para los que todavía no lo sepan, Mad Men narra las vivencias del prestigioso publicista Don Draper, un maestro de la seducción nacido con el don de la palabra. Este debe enfrentarse a la transformación de la sociedad en la que vive, con el miedo de no llegar nunca a estar a la altura. Sus aventuras vieron la luz por primera vez tal día como hoy en 2007, tras un arduo recorrido lleno de rechazos y cancelaciones.

Con motivo del décimo aniversario, queremos hacer un repaso por las escenas más memorables y emotivas de esta serie de culto. Un proyecto que, a pesar de los años, nunca pasa de moda y continúa ensalzando su figura. ¿Qué momento recuerdas tú con mayor cariño?

¡CUIDADO, SPOILERS!

Una fiesta pasada por la segadora

La agencia Sterling Cooper siempre se ha caracterizado por las muchas locuras que ocurren en su interior. En una de estas ocasiones, el término alcanzó límites insospechados. Durante la fiesta de despedida de Joan, una de las secretarías de la oficina se sube a bordo de un cortacésped. Este momento tan surrealista terminó finalmente en tragedia. Pues, tras perder el control de la máquina, Lois atropella indiscriminadamente a uno de los invitados. Con salpicaduras de sangre incluidas.

La verdadera identidad de Don Draper

Don Draper mantuvo en secreto su auténtica personalidad durante gran parte de la serie. Él es en realidad Dick Whitman, el hijo ilegítimo de una prostituta. Su infancia estuvo marcada por los desprecios de su madrastra y un profundo sentimiento de infelicidad. Durante el servicio militar en la Guerra de Corea, conoció al teniente Donald Draper, quien poco después murió en el campo de batalla. Un suceso que empujó a Dick a asumir su identidad y empezar así una nueva vida lejos de casa. Esta mentira marcará el recorrido del protagonista para siempre.

Peggy y Don, mucho más que simple amistad

Ambos son, sin duda, las figuras más importantes de la ficción de AMC. Pues representan a la perfección los cambios que experimentó la sociedad de la época. Una pareja platónica unida por el respeto, el talento y la pasión por la publicidad. Su amistad atravesó durante la serie multitud de altibajos, pero al final del recorrido los dos se convirtieron en un tándem necesario e inseparable. Y es que el romanticismo no es siempre indispensable.

Zou Bisou Bisou

Este siempre será uno de los momentos más recordados de Mad Men. Con motivo del cuarenta cumpleaños de Don, su nueva mujer, Megan, le prepara una divertida y sugerente sorpresa: la actuación en directo del clásico ‘Zou Bisou Bisou’ de Gillian Hills. Todos los invitados quedaron encantados con semejante puesta en escena, a excepción del principal interesado. Draper termina la fiesta rechazando el regalo de su querida esposa. Una escena mítica que ya vaticinaba el final de su matrimonio.

Roger Sterling y las drogas

El mundo de las drogas alcanzó su punto álgido durante la época en la que está ambientada la serie. Razón de más para representar dicha realidad a través de una de las figuras más irreverentes del elenco. Durante una fiesta, Roger Sterling y su mujer experimentan por primera vez los efectos del LSD. Llevando al personaje hasta sus sentimientos y deseos más reprimidos.

El último baile de Bert Cooper

En su etapa final, Mad Men dejó para el recuerdo multitud de secuencias plagadas de emotividad y simbolismo. Entre todas ellas destaca la despedida de uno de los personajes más queridos por la audiencia: Bert Cooper. A través de un número musical de gran envergadura, que rinde homenaje a la carrera en Broadway del actor Robert Morse, el socio mayoritario de la agencia dice adiós a su querido Don Draper. Provocando en la audiencia una sensación contradictoria de triste felicidad.

El suicidio de Pryce

Lane Pryce, uno de los últimos socios de la agencia, protagonizó el momento más impactante de la historia de Mad Men. Tras un primer intento fallido, el personaje termina su trayectoria en la serie colgado del techo de su oficina. Un fatal desenlace provocado por el miedo y la inseguridad que padece tras ser despedido por Don de manera inesperada.

Todo por el éxito

A pesar de la poca influencia que las mujeres gozaban en la época, Mad Men es, sobre todas las cosas, una historia sobre el poder y el levantamiento femenino. Un movimiento que se ve representado por personajes como Peggy, Betty, Sally o Joan. Que demuestran a lo largo de la serie su fortaleza y resistencia contra los cánones establecidos. Peggy y Joan son quizás las que más han sufrido durante este tortuoso camino. La última llegó incluso a acostarse con un cliente para conseguir una cuenta y así ser tomada en consideración por los miembros de la agencia. Una escena que consigue revolvernos el estómago.