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Los beneficios y la importancia de comer en familia

¿Sabías que comer en familia aporta importantes beneficios a todos los miembros familiares? Aquí te proponemos algunos buenos hábitos.

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  • Francisco María
  • Colaboro en diferentes medios y diarios digitales, blogs temáticos, desarrollo de páginas Web, redacción de guías y manuales didácticos, textos promocionales, campañas publicitarias y de marketing, artículos de opinión, relatos y guiones, y proyectos empresariales de todo tipo que requieran de textos con un contenido de calidad, bien documentado y revisado, así como a la curación y depuración de textos. Estoy en permanente crecimiento personal y profesional, y abierto a nuevas colaboraciones.

En la actualidad, el ritmo de la vida suele ser tan arrollador como un tornado que acaba con todo a su paso. Sin descanso, en constante movimiento. Es por este motivo que el momento de comer en familia es muy importante. No solo alimenta y fortalece el cuerpo, sino que además nutre los lazos familiares. Es el espacio que permite contar anécdotas, reír, festejar y, sobre todo, compartir con los seres queridos.

El momento de la comida el complemento perfecto para los buenos hábitos alimenticios. Fortalece la salud emocional de los implicados. Además, para los niños es fundamental dentro del forjamiento de rutinas para la vida. Como los buenos modales: dar las gracias, pedir las cosas por favor o esperar su turno para participar de la conversación.

Razones por lo que es importante comer en familia

Quizás suene a frase cliché, pero comer en familia es sinónimo de compartir, de amor y unión. Esto permite disfrutar, tomarse el tiempo para ingerir los alimentos con calma. Por momentos permite a las personas desconectarse de las pantallas de los gadgets y de todo lo relacionado con el mundo digital para centrarse en lo que ocurre alrededor.

Esta práctica refuerza la hermandad, la solidaridad y el sentido de pertenencia del grupo. Cuando la comunicación es sincera y efectiva, sirve para limar asperezas y corregir malos entendidos. Con lo que también se evitan posibles conflictos.

Es el momento de debatir ideas y compararlas o complementarlas con las de otros. Brinda un sentimiento de seguridad porque se puede contar con aquellos que se sientan y con los que se comparte día a día una comida juntos.

Ideas para mantener esta práctica vigente, a pesar de las adversidades

Los padres deben evitar el convertir en castigo el hecho de comer en familia. Salvo que se trate de golosinas o postres, no se recomienda utilizar la alimentación como un método sancionatorio con sentido educativo. Ni obligar a ingerir aquellos alimentos ‘no favoritos’, tampoco vetar aquellos que sí están en la lista de los más deseados.

Para hacer partícipes a los más pequeños y que se entusiasmen con la idea, se les puede hacer partícipes de la formación de los menús. Si bien es muy probable que siempre escojan un mismo platillo, con cierta frecuencia deben tener poder de decisión. Lo mismo que la responsabilidad de colaborar en la colocación de los platos y al momento de recoger al finalizar.

Aunque para muchos puede ser poco menos que imposible, al menos una vez a la semana se debe hacer el esfuerzo de mantener esta rutina. Y en estos casos, toca darle la categoría de evento especial inamovible.